Castilla-La Mancha es la única comunidad autónoma de las tres que se encuentran en el radio de 150 kilómetros de Extremadura –junto a Castilla y León y Andalucía– que por el momento se ha adherido al protocolo por la lengua azul que permite el movimiento de animales bovinos y ovinos.
Así lo avanzó ayer la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible extremeña, Mercedes Morán. En la región vecina hay cuatro focos de lengua azul de diferentes tipos. En Castilla-La Mancha ya ha entrado también el serotipo 3 por dos zonas.
El Gobierno de Castilla-La Mancha confirmó la semana pasada un foco del serotipo 3 de lengua azul de ovino en la comarca de Oropesa (Toledo) y hace dos días el titular de Agricultura, Julián Martínez Lizán,a vanzó un segundo foco del serotipo 3 de lengua azul de ovino en Almadén (Ciudad Real).
El consejero regional reiteró que este nuevo foco era «algo previsible», ya que se transmite a través de un mosquito que puede recorrer grandes distancias. De igual forma, informó de que la lengua azul no perjudicará a «la producción cárnica o lechera» ya que «está muy controlado», para «no perjudicar la labor de los ganaderos y el desarrollo de su trabajo diario».
En cuanto al movimiento de ganado, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) no determinó un acuerdo común para toda España, sino que lo dejó a criterio de las comunidades autónomas y solo Castilla-La Mancha se ha adherido al protocolo con Extremadura en el que se establecen las condiciones para esos movimientos y, por tanto, «se están moviendo los animales sin problemas».
En lo que se refiere al vacuno, no hay tanto problema en tanto que cuenten con PCR y desinfección, pero lo que está generando problemas con otras regiones es la vacunación de ovino de menos de tres meses, obligatoria según el MAPA, ya que la vacuna que está ahora a disposición «no está indicada para ellos», según el prospecto.