Ya llevo tres cenas de Navidad, más una que me queda antes de llegar al 24. ¡Qué derroche! Muy bien las tres, por cierto. Buena compañía, casi siempre buena comida (otras no tanto) y un poco de vino tinto para amenizar y pasar el rato entre risas y charlas. Y cómo están los bares y restaurantes, qué alegría de vivir. Todo lleno. Eso también es bueno y me alegro, porque el bien de los autónomos es el bien de toda la sociedad, como siempre me decía un amigo. Para mí esto es un axioma.
Visto como está el patio, pensaba que este año en estos encuentros amistoso-laborales la gente no iba a hablar de política, para no molestar ni comprometer y tener la fiesta en paz. La política, creía yo, se dejaría para la Nochebuena o Nochevieja. Las cosas de la Nación, las manifestaciones y las amnistías son temas para hablar con los 'cuñaos'. ¡Qué confundida estaba! Por lo visto y lo vivido, los españoles estamos deseando juntarnos y, a la vez que nos tomamos el primer vasito de gazpacho de melón con vainilla, comenzar a opinar sobre lo que nos está pasando en la política patria desde el 23 de junio.
No les voy a relatar lo que los otros me decían, pero sí que quiero compartir lo que les decía yo:
Me parece muy antiguo, pero que muy muy antiguo, que si tu jefe machote presenta un libro tengas que ir a la presentación del mismo sí o sí, aunque para ello no vayas a trabajar en todo el día. Sinceramente, me parece una horterada que 14 ministros de España, 14, vayan a dorar la píldora al líder. ¿A qué fueron si no? A que se les viera, Jorge Javier mediante. ¿Faltaron al trabajo? Sí claro. Menudo morro. De verdad, no me creo que los ministros de mi país tengan tiempo como para gastar la mañana comiendo canapés y aplaudiendo hasta sentir dolor en las manos porque el que les ha puesto en el cargo presente un libro. En el colegio eso era ser un pelota, ¿en el Gobierno? Es una falta deontología palpable. Vergonzoso. ¡Qué son servidores públicos! Parece que se les olvida.
Y claro, como estaban haciendo de palmeros del jefe, no hubo tiempo de mandar ministros a la toma de posesión del presidente de la República de Argentina. ¿Tiene intereses España en Argentina? Sí, muchos. Y, por eso, además del rey deberíamos haber mandado a representantes del gobierno, como se hizo con Lula en Brasil o Boric en Chile. ¿La excusa? Que Milei no es de los míos. Alguien debería de haber explicado a los ministros españoles que ir a la toma de posesión de Milei no es de ser de izquierdas o de derechas, es de ser listos. A mi modesto entender, se trata de mirar por el bien común en general y por el de los españoles que tengan intereses en Argentina en particular. Razón de Estado se llama.
Se confunden. Se confunden mucho si creen que están aquí para mandarnos. No, están ahí para servirnos y hacerlo bien. Y eso lo defiendo yo delante de un solomillo a la pimienta si hace falta. Creo en este sistema, creo que nos ha dado más bienestar como ningún otro antes. ¿Nuestro gobierno pensará como yo? pues… no sé… ¿se verá?