El preparador del Sierra de San Vicente, Chema Blanco, tras el 0-0 ante el FS Talavera en el Primero de Mayo, declaró que «quiero transmitir orgullo a la gente que nos rodea, a mi plantilla y a todo el club». Aseguró que «nos ven 450 ó 500 personas en mi campo, lo que es una barbaridad, pero en este caso han sido 2.000».
Hizo especial énfasis en que «la plantilla con sus recursos, sus limitaciones y su mínimo mercado de cantera compite en cualquier campo». Prevé que esta temporada «vamos a quedar entre el segundo y el sexto, pero creo que el equipo ha rendido en todas las pistas».
Junto a esto, el preparador admitió que «no quería llegar al Primero de Mayo con la idea de que Talavera podía ser campeón porque a nadie le gusta que le celebren». Ahora bien, ha resaltado que el conjunto talaverano «es un justo campeón y le quiero desear la mejor de las suertes porque es un proyecto relativamente comarcal».
Expresó su «orgullo por el espectáculo que hemos dado los dos equipos». En su análisis de este derbi comarcal, declaró que el FS Talavera «ha llevado más el peso del juego por fases y creo que ha tenido algo más el balón, que no es que signifique superioridad, pero existen más posibilidades de hacer gol que si no lo tienes».
Ahora bien, «en ocasiones claras hemos estado muy parejos, entonces yo creo que el resultado es justo», con lo que se muestra de acuerdo con su homólogo en el plantel talaverano, Álvaro Fernández.
Y el partido supuso la fiesta del fútbol comarcal con dos aficiones muy numerosas: «Tenemos una buenísima relación entre clubes, entrenadores y jugadores». Por tanto, independientemente del resultado, «todos teníamos la lectura de un día tan grande y bonito como clubes».
El técnico recordó que su escuadra subió a Segunda B «después de ganar 16 partidos por un gol, remontando en 11 y ganamos la Liga por un punto». Por tanto, ahora que se encuentra a tres del tercero, Infantes, y a siete del segundo, VivoCuenca, que tiene un encuentro menos, «no nos vamos a rendir».
Además, la escuadra serrana lleva una notable segunda vuelta, después de que en la primera «tuvimos muchos altibajos ya que el equipo hacía un fútbol sala atractivo, pero su consistencia no era real». A medida que ha transcurrido las jornadas, ha crecido una plantilla que «es una mezcla de gente joven y veterana».
Sierra de San Vicente volvió esta temporada a Tercera procedente de Segunda B; a este respecto, puso de manifiesto que «todos los clubes que descienden tienen un pequeño bajón a nivel de organigrama, de implicación de la afición y también cierta desilusión». Por ello, esta temporada «es un éxito ya que, aunque hemos perdido cinco jugadores claves, hemos conseguido rearmarnos y volver a ser uno de los grandes de Tercera División».