¿Por qué el reguetón se ha convertido en el género más escuchado en los últimos años? ¿Es realmente un género machista y sexualizado? ¿Fueron Papi Chulo o Gasolina los primeros éxitos en España?
Perrea, perrea es el nuevo programa original Movistar Plus+, un viaje por la historia del reguetón y las claves para comprender por qué este estilo se ha convertido en el género musical más escuchado de los últimos años.
Tras décadas de hegemonía global del pop anglosajón y por primera vez en la historia, la música hispana, liderada por el reguetón y los ritmos latinos y urbanos, es la que impera en las listas de éxitos. Artistas como Bad Bunny, Karol G, Quevedo, Saiko o Rosalía tienen millones de escuchas diarias y llenan estadios. Y no son solamente los jóvenes quienes bailan y aplauden a estos artistas: los escuchamos en la radio, en las tiendas, en los taxis... Y es que ha pasado de ser una música popular de desfogue al sonido dominante en la industria.
El primer capítulo se sitúa en la tercera década del siglo XXI, y el reguetón ha conquistado el mundo. Pero ¿cuándo y cómo nace y cómo llega a imponerse? Nos encontramos ante el primer género que domina el planeta en idioma español, pero volvemos a encontrarnos con un ritmo denostado por la crítica y las generaciones anteriores.
En el segundo, desde sus inicios hasta hoy, el reguetón ha pasado de ser un género masculino y machista a cumplir un importante papel en el empoderamiento femenino. Desde Daddy Yankee hasta Karol G, Rosalía, Bad Gyal, Becky G. o Lola Índigo. La liberación sexual y la utilización del cuerpo y el baile como símbolos de libertad convierten al reguetón en una reivindicación del poder femenino.
El tercer y último episodio habla de que es un estilo musical muy vinculado al sexo, con letras explícitas y un baile que se mueve entre lo sensual y lo directamente sexual. El perreo comienza siendo una expresión clandestina para convertirse en la coreografía más popular en las discotecas, y la libertad para hacer letras que apelan al sexo va superando las barreras. Pero este género llega a adultos, jóvenes y niños, y la responsabilidad del alcance de sus mensajes no es fácil de repartir entre la educación, la familia y el propio artista.