La futura ordenanza municipal que regulará el uso 'extrahotelero', concretamente las viviendas de uso turístico, está en cocina y se ha marcado como horizonte el mes de marzo para su redacción y aprobación porque así lo obliga la ley. Además, el Ayuntamiento tiene puesta su mirada también en las decisiones que se están tomando en otras ciudades saturadas de pisos turísticos y en el futuro cambio normativo estatal.
Al margen del estado de la futura regulación de este uso turístico de las viviendas que se ha extendido en los últimos años, el concejal de Planeamiento, Florentino Delgado, explica a La Tribuna que ha tendido la mano a la Concejalía de Turismo y de Vivienda para la elaboración conjunta del documento, «un ofrecimiento vivo» que ayudaría a enriquecer una normativa. En principio, la elaborará el área que gestiona José Manuel Velasco, «per afectará a las dos concejalías e incluso puede que la ordenanza sea de Planeamiento como tal», explica.
En este caso, Delgado remarca que la normativa afectará «como destino final a la vivienda, pero quedaría conectada con Urbanismo». Aunque la Concejalía de Planeamiento está saturada y necesita una ampliación de personal, el concejal cree que una elaboración conjunta por parte de dos concejalías ayudaría a tenerla lista antes con el objetivo de comenzar a aplicarla, puesto que en estos momentos el Ayuntamiento mantiene en suspenso las licencias de uso turístico y los propietarios de las viviendas precisan una respuesta.
Los porcentajes. Delgado se ha pronunciado más de una vez apuntando que la modificación puntual número 32 que dejó el PSOE en la anterior legislatura, que proponía un máximo del 20% de viviendas turísticas por distrito del Casco, era «exagerado» para incluirlo en la futura ordenanza.
En este caso, el concejal de Planeamiento asegura que la cuestión exige «ser certeros y rigurosos» para que la normativa sea útil, esté ajustada a la realidad y a las necesidades de la ciudad. Si bien, tomando como base que actualmente el peso de los apartamentos turísticos en Toledo se encuentra en el 6%, unas 600 viviendas, considera exagerado mantener ese 20% que manejaba el Ayuntamiento hace un par de años, puesto que únicamente estaría de acuerdo en el caso de que en el Casco residieran 24.000 habitantes en esas 8.200 viviendas que están censadas. Sin embargo, el número de residentes supera los 10.000, con lo que sería desorbitado.
En cambio, Delgado no vería con malos ojos establecer como límite un 10% de viviendas de uso turístico en el Casco, contando con un margen holgado, dado que hay que tener en cuenta que elevar más el porcentaje «perjudicaría y podría contribuir incluso como efecto negativo para expulsar residentes del Casco».
De momento, se desconocen las líneas principales de la futura normativa reguladora de la actividad extrahotelera, pero el concejal de Turismo y Vivienda, José Manuel Velasco, avanzó hace semanas, concretamente en el Consejo de Participación del Casco, que la ordenanza afectará a toda la ciudad en lugar de limitarse al Casco y cada barrio contará con un porcentaje.
En estos momentos, el equipo de Gobierno municipal está elaborando un estudio para conocer el alcance de la actividad en Toledo, el número de viviendas de uso turístico legalizadas y las que no lo están y figuran en los portales web de alojamiento.
Lo último que se conoció sobre esta futura ordenanza data de finales de julio, puesto que estaba previsto informar en la Comisión de Planeamiento, pero la propuesta se quedó encima de la mesa por prudencia y con el objetivo de esperar al futuro marco regulatorio estatal para tener una normativa lo más completa posible y evitar tener que reajustarla.