La provincia de Toledo cerró mayo con el menor volumen de desempleados desde 2008, antes del inicio de la gran recesión económica. El quinto mes del año descontó 1.415 personas a la lista de demandantes, hasta los 47.160 parados. Se trata del segundo mejor dato en 16 años, sólo por detrás del que se alcanzó el pasado mes de junio (47.071 parados), una barrera que podría hollarse el próximo mes. En cualquier caso, el descenso registrado respecto a abril es superior al que se computa en el conjunto del año: entre los dos últimos meses de mayo, el desempleo ha restado 983 personas, una circunstancia que apunta a una ralentización del ritmo de creación de empleo.

Además, la bajada del paro en mayo sobre el mes inmediatamente anterior es la más baja de los tres últimos años en la provincia. En 2021, la lista de demandantes restó 1.763 vecinos; en 2022 fueron 2.037 personas y en 2023, 1.831 toledanos.

La mejora parcial en el mercado de trabajo repercute en todos los sectores productivos. Los servicios, el ámbito que más actividades profesionales agrupa, registra un descenso de 1.082 personas respecto al mes anterior; si se toman los datos de mayo de 2023, la caída alcanza apenas los 48 demandantes. Hay 33.408 parados relacionados con el sector terciario.

La industria, un sector que se relaciona con una mayor estabilidad laboral y salarios más elevados, descontó 92 desempleados el pasado mes. Respecto a mayo del año anterior, son 436 las personas que han encontrado un nuevo desempeño en el sector secundario. El tamaño de los demandantes de empleo en las actividades transformadoras alcanza los 4.390 toledanos.

El paro también baja en la agricultura, que descuenta 61 parados, hasta los 1.673 desempleados. El sector primario ha permitido a 307 personas un empleo en el último año. La construcción, por su parte, resta 48 parados desde abril, hasta los 3.567 demandantes. Respecto al último año, son 213 parados menos. 

Por tanto, el peor resultado del empleo por sectores en el último año se localiza en los servicios. Por una parte, su magro descenso concede margen a mayores bajadas en los próximos meses, fechas marcadas por el efecto del verano en actividades como el hospedaje o la restauración. Por otra parte, la contratación de mano de obra en este ámbito sufre mayores oscilaciones por la estacionalidad de determinadas campañas comerciales o relacionadas con la contratación en tareas de servicios relacionadas con el bienestar, tales educación o sanidad. Asimismo, el sector servicios emplea, aproximadamente, a dos de cada tres trabajadores toledanos y se constituye como el conjunto de actividades con mayor capacidad para la contratación.

Más allá de los sectores productivos, otro llamativo descenso del paro se produce en el colectivo de personas sin empleo anterior. Hasta 122 toledanos se han incorporado al mercado de trabajo en el último mes, lo que reduce su tamaño hasta las 4.122 personas. Sin embargo, en mayo de 2023, eran 4.101 los toledanos que se encontraban en esta situación, una veintena menos que en la revisión más actualizada.

La creación de empleo fue más intensa entre las mujeres. El paro femenino minora en 1.031 personas y cae hasta las 30.702 paradas.  Por su parte, 384 hombres encontraron un nuevo desempeño laboral, lo que sitúa en 16.548 el número de demandantes varones.

La cifra de extranjeros parados menguó en 212 personas, hasta los 7.214 desempleados. Aunque son menos que en el mes pasado, su volumen supera con creces los 6.868 parados con nacionalidad foránea que se contabilizaban hacen un año.

MÁS AFILIADOS. La Seguridad Social sumó 2.674 cotizantes en la provincia, hasta los 262.273 afiliados en los diferentes regímenes. Respecto al año anterior, el incremento se dispara hasta las 5.281 altas.

El régimen general agrupa 203.268 cotizantes, lo que supone el principal capítulo de la afiliación en la provincia. Además, hay 46.908 autónomos (y otros 3.268 más vinculados a la actividad agraria), casi un centenar más que el mes anterior.