Historia de los malos tratos en Toledo

J. Monroy
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Hoy se inaugura en el Archivo Provincial la muestra de Amnistía Internacional 'Mujeres en Lucha', que se completa con documentos de malos tratos del Archivo

Historia de los malos tratos en Toledo

Efectivamente, las toledanas han tenido que soportar violencia machista a lo largo de toda la historia. Y ni las palizas, la noche en el calabozo y la retirada de denuncias son algo moderno. El Archivo Histórico Provincial acoge desde hoy la muestra organizada por Amnistía Internacional 'Mujeres en Lucha. Vulneración de Derechos de las Mujeres a lo Largo de los Documentos del Archivo Histórico Provincial de Toledo'. Además de los tótem que lleva la ONG, el propio organismo aporta varios ejemplos de documentos relativos a historias de violencia machista.

Muchos de ellos, apunta el director del Archivo, Carlos Flores, ya se han hecho públicos, o se han publicado en el blog del organismo. Está, por ejemplo, el 'contrato de servicio', «que hoy llamaríamos de esclavitud, pero en la época era muy frecuente»; la cesión de una niña de doce años para servir a cambio de comida. Hay otro caso de una mujer asesinada en 1948, o una niña a la que le quitan de su padre «porque la muele a palos» y la depositan en la casa del fiscal.

Todos ellos estarán presentes en la muestra, junto a dos documentos hasta ahora inéditos, los dos, casualmente, de la localidad de Hormigos, y un con una diferencia de un año.

La paliza. En la denuncia historia recogida por el Archivo en la última entrada de su blog se da un caso flagrante de violencia machista, mezclada incluso con política local. El 24 de diciembre de 1794, el alcalde de Hormigos acudía corriendo a la casa de Bernabé García porque, según voces de los vecinos, estaba dando una paliza con una estaca a su mujer Antonia Losada y a su suegra Magdalena Bravo. Con ayuda de los vecinos, arremolinados en el lugar, consiguió reducir a Bernabé y mandarlo a la cárcel. Hay un reconocimiento médico de las víctimas, que no es completo por su pudor. Están la declaración de la víctima, que cuenta que ambos tuvieron una discusión política y que más tarde, él la agredió y no sabe lo que hubiera pasado de no mediar su mujer, no sabe lo que habría pasado. También están las declaraciones de esta y de una vecina. Pero al final la mujer retira la denuncia, aunque explica que su marido visita la casa de otra mujer. Tal es así, que el alcalde pone en libertad al agresor con la condición de que no visite esta última casa. Pero el expediente concluye cuando el hombre desobedece y se va del pueblo.