En multitud de ocasiones las terrazas de ocio nocturno de La Peraleda han saltado al debate público por cuestiones ajenas a su actividad, como  por ejemplo cuando no se sabía que iba a ser de ellas si el recinto ferial se trasladaba a otra ubicación. En esta ocasión, al menos una de las dos terrazas que habitualmente se abre al público en el período estival se ve afectada por otro asunto, como es el que incumbe al futuro cuartel de la Guardia Civil de Toledo, ya que una de las dos parcelas destinadas a la concesión del ocio nocturno veraniego se encuentra dentro de los terrenos que el Ayuntamiento cedió al Ministerio del Interior para que construyera allí las dependencias de la Benemérita, y que como ya es sabido, el proyecto se encuentra paralizado al contar con un informe negativo sobre su viabilidad, que lo ubica en zona inundable.

El alcalde, Carlos Velázquez, ya informó hace meses que iba a solicitar la reversión de la titularidad del suelo para que volviera a ser de propiedad municipal, al menos, de manera cautelar hasta que este proyecto para la Guardia Civil se resuelva. Sin embargo, meses después no ha habido movimiento alguno que haya cambiado el escenario.

Con este contexto, el Ayuntamiento de Toledo ha sacado a licitación el lote de estas terrazas hosteleras en una única parcela, la que durante los dos últimos veranos ha ocupado la empresa  'Café del Trópico Toledo SL' con el sobrenombre para el negocio hostelero de 'Lemon Garden Toledo'. Pese a esta situación, desde el Consistorio se muestran confiados en poder sacar a licitación más tarde o más temprano la otra terraza, pero en estos momentos se antoja complicado.

Licitan solo una terraza en La Peraleda por el doble de dineroSea como fuere, la licitación de una única terraza en vez de dos como viene a ser habitual ya es un cambio bastante significativo, porque invita a pensar que los concesionarios de la otra parcela puedan participar en este proceso con tal de evitar quedarse sin actividad esta temporada. De igual manera que se podrán presentar otras tantas empresas para la ocupación de una única parcela, aumentando la competencia para todos los posibles adjudicadatarios.

Más allá de lo que se acaba de exponer, el Ayuntamiento también ha establecido una serie de modificaciones en las condiciones de acceso al concurso que difieren de las realizadas en los últimos años. Se podría empezar por el precio, que partirá de los 30.000 euros por temporada en una adjudicación que se realizará al alza entre los aspirantes. Una cuantía que, si se compara con la del año 2022, la de la última adjudicación de esta misma parcela, supondría el doble de la inversión, al partir entonces aquella licitación de 14.422 euros. 

Reseñable destacar también que por aquel entonces la superficie de la parcela ofertada era de 814 metros cuadrados, mientras que el actual pliego de licitación ofrece ahora unos terrenos de 1.707 metros cuadrados de superficie máxima, con lo que se deduce que el espacio podría someterse a ampliaciones por parte de los adjudicatarios. El contrato actual que se oferta es para dos temporadas con posibilidad de prórroga para una tercera.

El aumento de la tasa de la ocupación se justifica por medio de un informe técnico, por el que se establece que el valor correcto del suelo superaría los 50.000 euros por temporada, sólo que teniendo en cuenta las nuevas condiciones exigidas para la concesión relativas al impacto acústico y al control de vertidos, desde el Ayuntamiento se plantea una reducción de los costes a los 30.000 euros citados de precio base, con el objetivo de que el importe detraído se aplique a la realización de un estudio de campo para evaluar y caracterizar los niveles de ruido que llegan a la ciudad, así como la comprobación del estado del terreno para diseñar una solución eficaz y acorde a las necesidades.

Esto se traduce en los condicionantes que ya avanzó el portavoz del Gobierno local, Juan José Alcalde, hace un par de semanas, cuando señaló que la nueva adjudicataria de la terraza deberá afrontar una insonorización de la misma para reducir el impacto acústico que genera en los vecinos, así como que deberá instalar un control químico de sus baños para evitar vertidos contaminantes al río Tajo. 

De hecho, el propio pliego de condiciones establece que será el Ayuntamiento de Toledo el que tenga el control de decibelios mediante un sistema de limitación del mismo. 

Sea como fuere, la carrera por hacerse con una terraza en La Peraleda trae muchas novedades este año.