La previsible implantación de una tasa turística a los excursionistas que visitan la ciudad sin pernoctar es una medida que necesita «consenso», según el primer análisis realizado por la patronal toledana. La imposición de un impuesto a los turoperadores, una posibilidad esbozada el pasado miércoles por el alcalde, se debería pactar «con los sectores» más «afectados» por el sobrecoste con que se cargaría a la actividad turística, indica Javier de Antonio, presidente de Fedeto.
La patronal cree que el plan «no representa al ramo de hostelería» y advierte de las incertidumbres de una idea de la que se desconoce su contenido y la forma en que se aplicaría. «Quizás, en algún punto, les resulte problemático», dice De Antonio sobre el impacto que podría tener en los ámbitos del comercio, la restauración y los hospedajes, entre otros sectores productivos.
El presidente de Fedeto asegura «entender» la implantación de este tipo de tributos en «algunas ciudades». De Antonio entiende que determinadas administraciones municipales se han abierto a «plantear» tales tasas ante la «necesidad» de ofrecer una respuesta al turismo masivo. La recaudación les permite «costear los efectos de la sobreafluencia de gente por el turismo», apunta el máximo dirigente de los empresarios toledanos.
Carlos Velázquez aseguró el pasado miércoles que desde el área municipal de Turismo, en manos de José Manuel Velasco, se trabaja en una «normativa» que faculte el cobro del impuesto al Ayuntamiento. En cualquier caso, el alcalde confirmó que la tasa no repercutiría a aquellos visitantes que disfruten de al menos una noche de hotel en la ciudad.
«Desconocemos qué modelo quiere implantar el alcalde de Toledo», subraya Patricia Franco, consejera de Economía, Empresas y Empleo del Gobierno de Castilla-La Mancha. La representante del Ejecutivo autonómico recomienda «hablarlo y sentarse con el sector en la mesa de turismo» o en aquellos «otros espacios abiertos en la ciudad». Para Franco, las posibles modificaciones del marco turístico actual parten de «decisiones que tienen que ser consensuadas y armonizadas».
La Junta entiende que un cambio de tal calado «hay que abordarlo con el sector y luego establecer los mecanismos legales para que se pueda llevar a cabo».
La posibilidad de gravar a los grupos de excursionistas que llegan y se van en el mismo día «es un tema muy de la ciudad de Toledo», señala Franco, quien contrapone el atractivo de la capital regional al de otros municipios que tratan de servirse del turismo como palanca económica. «Creo que falta una fase de estudio previo con el sector para poderla implementar».
La ciudad de Venecia, por su parte, inició ayer el cobro de peaje turístico a los visitantes de día.