El pasado 14 de marzo se produjo la detención en Cádiz de un vecino de Toledo. Se trataba de Cristopher, conocido por todos sus allegados como Cristian, pero más conocido aún por figurar en el sumario del caso que hace ya más de un año sacudió la capital de Castilla-La Mancha, el hallazgo de los cuerpos de dos menores de edad en el vertedero de la ciudad.

Cristopher fue uno de los investigados que más llamó la atención de la policía en aquellos momentos. Su vinculación con el caso viene por mantener una relación sentimental con la madre de la chica (Lucía) a la que uno de los jóvenes fallecidos vino a visitar a Toledo procedente de Vallecas.

Con todo, según han confirmado desde la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha a La Tribuna, la detención de Cristopher no tiene vinculación con el caso de los menores del vertedero, sino que obedece a que tenía dos causas pendientes con sendos juzgados de Toledo, fechadas en 2016 y en 2019, por las que fue arrestado en su actual localización en Cádiz.

El caso de los menores sigue plagado de dudas, especialmente para su familia, que siempre ha apuntado a un asesinato. Ambos chicos se escaparon el 10 de diciembre de 2022 desde el barrio madrileño de Carabanchel para visitar a Lucía, con la que uno de ellos, Fernando (de 17 años), había mantenido una relación tiempo atrás.

Los jóvenes fueron grabados por varias cámaras de vigilancia, tanto en Madrid como en la estación de autobuses de Toledo, y terminaron desapareciendo hasta que, días después, el cuerpo sin vida de Fernando fue encontrado en las cintas que hacen el filtrado de los residuos en el vertedero de Toledo.

Después de muchos días de búsqueda, también hallaron los restos mutilados de Ángel (11 años), y la familia de ambos menores siempre ha mantenido que ambos fueron asesinados y, posteriormente, arrojados a un contenedor.

Por su parte, la investigación policial concluyó en su día que la muerte de Ángel y Fernando fue accidental, argumentando que los dos niños se metieron voluntariamente en un contenedor de basura con la intención de resguardarse del frío y la lluvia. Posteriormente, fueron recogidos por el camión y terminaron siendo aplastados en el proceso de gestión de los residuos. La familia nunca se ha creído esta versión.