La Facultad de Humanidades de la Universidad Castilla-La Mancha (UCLM) exhibe la muestra 'Ni nueva ni ajena. Diversidad religiosa en España' que coordina Julio de la Cueva, investigador principal del proyecto desarrollando una idea de la Fundación Pluralismo y Convivencia que pretende dar a conocer que al menos desde principios del siglo XIX hay una presencia de personas de confesiones diversas en España y que esa historia no ha sido siempre sencilla debido a que han existido  momentos de mayor tolerancia y otros de más intolerancia.

Por lo tanto el objetivo es demostrar que la diversidad de religión en España no es algo reciente aunque ahora se han incorporado un mayor número de creencias dentro sociedad española, y apreciar que el intento de conquistar la libertad religiosa ha sufrido retrocesos hasta llegar al actual marco constitucional.

La exposición tiene una parte principal dedicada directamente a la diversidad religiosa y sus avatares en España mientras otra parte se centra en el contexto histórico y jurídico.

Considera importante señalar que está exposición que ha recorrido diversos localidades españolas, sobre todo ayuntamientos, y que en Castilla La Mancha han incorporado tres paneles sobre el desarrollo religioso en la región hasta mostrar  la situación actual. Más que la católica, la exposición gira sobre otras confesiones religiosas.

Inés Mazarrasa, directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, señala que la libertad religiosa es de los asuntos menos conocidos y valorados en las encuestas a pesar de ser un derecho, lo que significa el desconocimiento de que en un sistema democrático cada uno tiene el derecho fundamental a pensar y creer en lo que quiera.

Las exposición invita a reflexionar que los derechos no se adquieren para siempre sino que hay que seguir protegiéndolos y fomentándolos frente a vaivenes coyunturales.

Según indican desde la organización, «España es hoy un país plural que reconoce y protege la libertad religiosa. Sin embargo, llegar hasta esta situación no ha sido fácil. El camino ha sido largo, lleno de avances y retrocesos: una lucha constante contra la intolerancia y por la libertad». 

A pesar del marco de intolerancia que durante siglos se mantuvo en el país y a pesar de la censura, las prohibiciones y las persecuciones, «España siempre albergó cierto grado de diversidad religiosa, ya fuera clandestina o abiertamente. La situación no es, por ello, nueva. Lo nuevo es el marco abierto a partir de 1978, que ha permitido un desarrollo sin precedentes de la diversidad religiosa en España, presidido por el respeto, la igualdad y la libertad».