El sindicato CSIF se ha concentrado delante de las puertas del Hospital Universitario de Toledo para protestar por la falta de personal sanitario que repercute en una carga de trabajo adicional y en una calidad asistencial deficiente con largas listas de espera o, como ocurre en Urgencias, con personas que están hasta dos días esperando en los pasillos a ser atendidos.
Victoria Gutiérrez, responsable de sanidad en el sindicato, afirma que el personal del SESCAM está «de luto por la política de recortes que llevamos soportando desde el año 2012 y que va a peor».
Por motivos presupuestarios se ha tomado la decisión hasta el 31 de diciembre de reducir al máximo la contratación, ya que solamente se va a contratar en servicios como unidades de críticos y urgencias; no se van a sustituir vacaciones ni excedencias, con lo cual la sobrecarga de trabajo que van a tener los profesionales «va a ser inmensa», y temen que mucho van a terminar agotados física y psicológicamente generando bajas.
Acaban de enterarse que los residentes que terminan su periodo de formación, excepto la especialidad de medicina en familia, no van a ser renovados. Recalca que hasta ahora se les contrataba para dos tres años intentando fidelizarlos en Castilla-La Mancha, que es donde se ha invertido en su formación y que no hacerlo supone una fuga de recursos humanos valiosos.
En cuanto a la carrera profesional, desde 2012 está suspendida a pesar de que «el actual presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por dos ocasiones ha llevado en su programa electoral la recuperación de la misma» y no ven ninguna expectativa de que eso vaya a cambiar a corto plazo.
También reclaman la productividad variable que le deben desde 2020: «éramos héroes, nos dejamos la piel por los pacientes, y ahora resulta que no se nos abona los derechos retributivos que tenemos».
Miguel Ángel González, médico de urgencias, señala que «la falta de personal es crónica, el hospital tiene listas de espera desmedidas, una persona para hacer una prueba de diagnóstica tarda meses, incluso años, en Urgencias hoy tenían 56 pacientes pendientes de ingreso en boxes y duplicados esperando cama desde hace un par de días y habiendo dos plantas cerradas».
En el manifiesto señalan, «a nuestros políticos les pedimos responsabilidad, que gestionen con eficacia, que actúen con una ética irreprochable. Sin embargo, en lugar de asumir errores, en lugar de reconocer la realidad, prefieren ponerse una venda y acusar al resto. Estamos cansados de propaganda. Todos los profesionales que trabajamos en el Sescam estamos de luto. Las consecuencias de no contratar a los trabajadores necesarios no sólo la sufren las plantillas con una sobrecarga laboral y un estrés inasumible, sino toda la sociedad con la demora en las citaciones, el aumento de las listas de espera o el retraso en las pruebas diagnósticas. En suma, una sanidad con recortes es una sanidad con peor calidad asistencial».