Raquel, la hermana de Mercedes Martín Ayuso, abandonó temporalmente la sala durante el turno de última palabra de los acusados. El sicario y el inductor confesos pidieron de nuevo perdón a la familia, junto con la esposa del último. En ese momento, la familiar se ausentó de la sala de la sección primera mientras su sobrina e hija de la víctima combatía las lágrimas. Y probablemente también la rabia.
La fiscal Julia González enumeró en las conclusiones previas a la deliberación, hoy, del veredicto las peticiones de pena para los procesados, adelgazadas considerablemente por las atenuantes aplicadas por el asesinato a tiros de Mercedes en Las Ventas de Retamosa el 4 de mayo de 2018. Porque Raúl Romero, el sicario confeso, afronta una propuesta del ministerio público de 12 años y un día de prisión por el asesinato de Mercedes, siete años y un día por la tentativa de asesinato contra el hijo de la víctima, de 12 años de edad, así como otro año y un día por la tenencia ilícita de armas, más seis meses y un día por el robo con fuerza, y una multa por el robo de uso por los coches de la huida. Un total de 20 años y seis meses, muy alejados de los 46 de la petición inicial.
Por su parte, Luis del Castillo 'el Vacas', el inductor confeso, encara una petición de siete años y seis meses de cárcel por el asesinato de Mercedes y de tres años y ocho meses por la tentativa de asesinato del niño, Daniel.
Luis del Castillo exculpó totalmente en su confesión a su expareja Carmen Medrano del plan urdido contra Mercedes. La Fiscalía pedía inicialmente 40 años de cárcel contra ella, como a Luis, pero ha menguado finalmente a un año de cárcel por amenazas graves y a otro año de prisión por encubrimiento.
Las amenazas graves se refieren a una advertencia de muerte proferida supuestamente por Carmen contra Mercedes después de un encuentro con los patriarcas mercheros que determinó el destierro del matrimonio. En este sentido, responsabilizaron de la decisión a Mercedes, presente en esa reunión.
Entonces, Luis y Carmen se marcharon a Badalona (Barcelona), donde apareció en escena Raúl, un politoxicómano recién salido de prisión que recibió 3.000 euros por el encargo, según sus propias palabras.
Luis y Raúl se marcharon juntos hasta Torrejón de la Calzada (Madrid) un año después de la marcha del matrimonio de Las Ventas de Retamosa. Allí, el primero regresó a Cataluña, y Raúl viajó a Las Ventas de Retamosa a esperar a que Mercedes llevara en coche a su hijo ese viernes del 4 de mayo de 2018. Hacia las 8:45, vació los ocho proyectiles del cargador tras hacer parar a la víctima. Siete impactaron en el cuerpo, uno de ellos mortal de necesidad. El niño, quien viajaba como copiloto, resultó herido en las piernas y con unas consecuencias psicológicas perdurables.
El mismo delito de encubrimiento atribuye la Fiscalía a Emilio Medrano, hermano de Carmen, y a Anabel Soriano, pareja de Raúl por entonces. A Anabel, la petición de cárcel es de un año, y a Emilio, de seis meses.
La Fiscalía ha aplicado las atenuantes de confesión tardía para todos y de reparación del daño por la consignación solidaria de 167.000 euros para Luis y para Raúl.
Luis y Raúl permanecieron en prisión preventiva casi los cuatro años máximo que autoriza la ley: del 23 de mayo de 2018 al 21 de marzo de 2022 en el caso de Luis y del 4 de mayo de 2018 al 21 de marzo de 2022 en el de Raúl.
acusaciones y defensa. Los abogados que representan a los familiares de Mercedes piden para Raúl penas incluso inferiores, con la aplicación de atenuantes. Así, propone 10 años y un día por el asesinato y de cinco años y un día por la tentativa de asesinato, más un año y un día por la tenencia ilícita de armas y seis meses por el robo con fuerza, junto con una multa por el delito de robo de uso.
Para Luis, siete años y seis meses por el delito de asesinato y tres años y ocho meses por la tentativa de asesinato. Para Carmen, pide un año por amenazas y otro por encubrimiento; para Anabel, otro año por este último delito, y seis meses por encubrimiento para Emilio.
El abogado de Raúl pide la eximente de toxicidad o, como mínimo, la atenuante.