Los vecinos de la zona piden que se mantenga la playa del Tajo

J. Monroy
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El Ayuntamiento decidirá una vez pasen las aguas del deshielo, si es que estas no se llevan de nuevo los sedimentos. Pide prudencia a quienes se acercan a ellos, no es arena limpia

Los vecinos de la zona piden que se mantenga la playa del Tajo

Ha sido la sensación de los últimos días, hasta el retorno de las lluvias. La subida del Tajo ha dejado una pátina de sedimentos en la senda ecológica, a la altura del Casco histórico, que ha recordado mucho imágenes del pasado. Vecinos, y algún turista, han aprovechado para disfrutar del ocio en esta insólita playa, y hasta tomar el sol. No son pocos los que se han alegrado del «regalo de la naturaleza», como lo definen los vecinos del entorno, y han solicitado al Ayuntamiento que se mantenga. Mientras tanto, el equipo de Gobierno apunta que esperará a que pase el deshielo para decidir, si el Tajo no se los vuelve a llevar, qué hará con los sedimentos, que no se atreve a llamar playa.

Uno de los que apuestan por el mantenimiento de la playa, él sí lo denomina así, es el vecino que más cerca vive del río en esta zona, el abogado y exconcejal del PP durante la pasada legislatura, Pablo Corrales. Corrales tiene claro que no sería muy complicado para el Ayuntamiento hacer una modificación del proyecto de riberas financiado con los fondos Next Generation, «respetar el regalo del río y solicitar a Europa una prórroga para la ejecución del proyecto, toda vez que Europa es la primera que está reclamando que se renaturalicen las riberas de los ríos y mayor renaturalización que la que ha hecho el propio río no cabe». Sería una forma de que la senda sea realmente «ecológica, no una calle, sino una ribera de un río».

Sus argumentos son claros, «los regalos se aceptan, y en la medida en que la playa es un regalo del río y cumple con la normativa europea de renaturalizar cauces y riberas, qué mejor manera de hacerlo que respetar lo que ha dejado el río y adaptar el proyecto». Aunque el río siga igual de sucio de siempre, la playa está absolutamente limpia, más allá de la contaminación que le hayan dejado las aguas.

Corrales lleva argumentando en este sentido en redes sociales desde la aparición de la nueva playa, pero en principio no lo ha elevado ninguna propuesta al equipo de Gobierno municipal o la CHT. Quien sí lo puede hacer en el próximo Consejo de Participación del Casco es la Asociación de Vecinos de La Cornisa. Así al menos se lo va a proponer a sus socios el presidente vecinal, José María Redondo, convencido de que «hay que seguir disfrutando de la playa, como disfrutaba yo cuando era niño, hay que mantenerlo, porque es una joya del río, es naturaleza y la naturaleza no hay que destruirla».

A Redondo no le sirve la excusa de que vayan a salir mosquitos y otros insectos, «¿es que no hay bichos en la playa?». De momento sigue observando que los días de sol la playa ha estado llena, sobre todos de jóvenes, unos haciendo gimnasia, otros hablando o merendando. Los toledanos han disfrutado de algo «que la juventud no ha conocido».

Será el día 10 cuando la Junta Directiva se reúna cuando decidirá si La Cornisa opina en conjunto igual que su presidente, aunque este de momento no ve valoraciones contrarias en las difusiones de vídeos y opiniones que está haciendo.

Postura municipal. Sin embargo, parece que para el Ayuntamiento todavía es demasiado pronto para tomar una decisión sobre la playa. El concejal del Río Tajo, Rubén Lozano, ha explicado que hasta que no pasen las aguas del deshielo de las próximas semanas, en las que el caudal seguirá siendo elevado, tomar una decisión será precipitado. Si el agua no se los lleva, el Consistorio mantendrá los sedimentos en las Tenerías, para planificar después una actuación cuando el caudal se normalice. Pero la idea iniciar sigue siendo restaurar esa ribera, como se estaba haciendo antes de la crecida.

Estos días, en principio, el Ayuntamiento está evaluando los daños de la crecida de la pasada semana, evaluación que va a parar con estas últimas lluvias. Pero cuando cesen el Ayuntamiento seguirá mirando el alcance de estos daños. Respecto a la denominada como playa, «se trata de sedimentos, quiero decir que no es arena, sino sedimentos con bastante materia orgánica arrastrados por el río, no una arena que esté limpia y depurada». Si se queda, habrá que hacer un tratamiento para evitar que con las temperaturas altas «no sean un foco donde pueda haber demasiados insectos y parásitos».

Hasta que así sea, pidió prudencia en la presencia en estas zonas «que pueden parecer idílicas, estampas muy bonitas, de otro tiempo, pero son sedimentos, y como tales requieren prudencia y un tratamiento especial».