Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


¡Que Europa tenga que defender el castellano!

22/03/2024

¡Qué daño nos ha hecho la historia! Los años de la dictadura nos han creado un complejo de tal calibre que a la izquierda le ha bastado con decir que tal o cual idea era "facha" para que todos huyéramos de defenderla y nos escondiéramos en el bosque infame de lo políticamente correcto. Si la izquierda hubiera dicho que respirar era fascista hubiera habido una verdadera masacre en la derecha española al negarse esta a respirar.
La presión ha sido y aún es de tal calibre, que muchos españoles no se atreven a translucir sus ideas por temor a que "los portadores de la vedad", los "expendedores de carnets de demócratas" les coloquen en la frente el temible sello de facineroso. En España cuesta expresar hasta aficiones que son absolutamente legítimas, incluso algunas ensalzadas por gente de la izquierda de otro tiempo, en el que los intelectuales sabían cuantas provincias tiene España y dónde está el Mulhacén. La tauromaquia ha sido un arte admirado, seguido y cantado por insignes personajes de la izquierda española. Ahora quienes asisten a las plazas de toros lo hacen casi con vergüenza y sin casi, con miedo. La práctica de la caza sería delito si por muchos progresistas de salón fuera.
La permisibilidad que tenemos con quienes sin recato alguno ocupan la propiedad ajena, es propia de sociedades salvajes, y así podríamos recorrer millas y millas observando cómo lo inaudito combate a lo natural.
En el tema del idioma hemos llegado a doctorarnos en estupidez. Que un catalán pueda colocar el nombre de su establecimiento en inglés sin problema alguno y lo sancionen si lo hace en español, es para encerrarnos a todos por dementes. Que se impida a los críos que se expresen en su lengua materna, natural y constitucional hasta en los recreos de los colegios, no lo hacía ni la Gestapo ni la KGB en sus peores tiempos.
Lo que se está haciendo con el lenguaje en España, imponiendo el habla de arriba abajo no ha ocurrido en ninguna parte civilizada. Pero se impida que un español, sea canario, extremeño o catalán, hable y estudie en castellano no tiene nombre. No tardando mucho el castellanohablante en algunas regiones de España será declarado especie en peligro de extinción por la ONU. Que la Unión Europea haya tenido que pedir que se proteja a los niños que quieran estudiar en castellano en Cataluña, nos debería poner los mofletes más colorados que a los payasos del circo. Sin embargo. se sigue masacrando el habla en la lengua de Cervantes. 
Obviamente estamos viviendo el mundo al revés. Fíjense adonde hemos llegado. que lenguas que solo son habladas en regiones muy concretas. se impongan a otras que, les guste o no, son universales… ¡increíble.!
En absoluto pretendo ni que se proscriba ni que se margine ninguna lengua. Todas contienen un acervo cultural digno de promoción y protección, pero de ahí a acorralar a la que hoy día hablan más de quinientos millones de personas, la que ha generado en un solo siglo más cultura de la que puedan conocer ni comprender estos verdugos de la libertad, hay un abismo. 
Parece mentira que hayan tenido que ser los europeos del centro y norte los que se hayan salido en defensa del castellano. ¿No es hora ya de seguirlos?