Esta semana me resulta muy difícil el soslayar algo que me atañe muy personalmente. Así que, sin que sirva de precedente, mejor será darle salida y contarlo.
Desde el pasado febrero, aunque en su preparación llevábamos ya meses, estamos, y estoy, muy enfrascados en el proyecto que la asociación que presido 'Escritores con la Historia' ha puesto en marcha con el ayuntamiento toledano y que lleva por título 'Toledo, luz de Europa'. El diseño del mismo es en realidad muy sencillo de formular. Se trata de que los grandes escritores de novela histórica, mejorando lo presente, pasen por la ciudad y en los espacios más emblemáticos, escenarios de sus propias obras literarias impartan conferencias para el público.
Desde el primer día la respuesta ha sido impresionante, los llenazos hasta desbordar los aforos se han sucedido y espero que esta semana en que al que lo toca es mi humilde persona, se haya seguido esa tendencia (cuando ustedes lean estas líneas el evento ya habrá tenido lugar y en esta ocasión el recinto habrá sido el alcázar, sede de Museo del Ejército) y conseguido seguir despertando el interés ciudadano.
Me han antecedido ya dos autores, Juan Eslava Galán que actuó en la Sinagoga del Tránsito y José Calvo Poyato que lo hizo en el Museo de los Concilios. Tras mi intervención llegaran, hasta el paréntesis veraniego, las de Isabel San Sebastián, en mayo, y de Santiago Posteguillo, en junio. Para completar, y ya en otoño e invierno, este primer ciclo, están previstos Luis Zueco, Gonzalo Giner, Almudena de Arteaga, Jesús Sánchez Adalid y el pintor Augusto Ferrer Dalmau, aunque no necesariamente en este orden.
Un elemento destacable, buscando la máxima difusión de los eventos está siendo la retransmisión de los mismo vía streaming, por internet y luego el colgar las conferencias completas y flanqueadas por tomas de los lugares donde se desarrollan tanto en el portal del ayuntamiento como en el de Escritores con la Historia. Y los frutos no pueden ser más satisfactorios. La de Juan Eslava, gran referente del genero, lleva ya sumadas, entre ambos soportes cerca de 20.000 visualizaciones que cada día aumentan a toda velocidad. Pepe Calvo Poyato por su parte ya tiene en su haber también varios miles. O sea que cada asistente presencial se multiplica de manera exponencial y tanto la exposición del autor como la imagen del lugar histórico alcanza a muchísima más gentes y llegan a todos los confines no solo de toda España sino del mundo. Porque eso también lo hemos comprobado. El crecimiento de visitantes de todos los lugares del planeta, en especial lo que tienen como lengua el español están aumentando a pasos agigantados.
Y ¿por qué les cuento esto?. Pues no es por hacer alarde alguno sino para sugerir y llamar la atención al respeto. Toledo es, desde luego, una ciudad al que tales actividades le vienen como anillo al dedo y por algo y con razones potentes aspira a lograr la capitalidad cultural europea. Pero hay en nuestra región otros enclaves, ciudades y villas que pueden darle una pensada al asunto y hay por doquier escritores que bien pudieran aportar, y seguro que lo harían con gusto, su grano de arena a proyectos similares si estos cuentan con el apoyo y el empuje de quienes pueden ponerlos en marcha. Pongamos que hablo de ayuntamiento y diputaciones, si por ejemplo, quiere hacerse un recorrido provincial por las localidades más señeras. Que hay muchas que rezuman y evocan historia por los cuatro costados.
No les canso más. Ahí se lo dejo. La historia, al cabo, puede ser el mejor reclamo y una nada desdeñable forma de progreso y de riqueza. Y no solo de pan sino, y eso desde luego, de conocimiento. Toledo puede ser un ejemplo a seguir y a mejorar. No se ha inventado nada que ya no lo estuviera ni nadie puede atribuirse paternidad alguna. O sea, que cada cual y en sus posibles y capacidades, tiene camino que andar si quiere ponerse a ello.