Mora: «Ahora los politólogos se dedican a hacer frases»

L.G.E.
-

El 'veterano' de las Cortes deja el escaño el 1 de marzo, más de un año después de la jubilación de su mujer: «Se lo debo a ella, le he quitado mucho tiempo»

Mora: «Los politólogos se dedican ahora a hacer frases»

Fernando Mora lleva casi catorce años de diputado en las Cortes, pero solo le quedan un par de semanas para dejar el acta. El 'veterano' del Parlamento regional lo anunció en el pleno del pasado jueves, pillando a casi todo el mundo por sorpresa. Hoy ha desvelado que García-Page sí lo sabía desde antes del Congreso regional del PSOE, que fue a medidados de enero. Sin embargo, muchos de sus compañeros del grupo parlamentario se enteraron ese mismo día en la reunión previa al comienzo del pleno. Después lo hizo públicamente en la tribuna y se llevó el aplauso de todas las bancadas. 

Ayer fue el día de su despedida ante los medios de comunicación. Despedida a medias, porque Mora deja el escaño, pero no la política. Seguirá en un plano más secundario, ejerciendo sus responsabilidades dentro del partido como secretario de Análisis y Estudios Estratégicos y también para las labores de asesoramiento y portavocía que le soliciten. Es decir, que seguirá dando ruedas de prensa y podrán seguir leyendo en este periódico sus reflexiones, a veces un tanto filosóficas, aderezadas con palabras del castellano del siglo de Oro que se pueden seguir utilizando para la política del XXI. 

Los motivos de su marcha han sido personales. «No hace falta que tenga que ocultar que mi mujer se jubiló hace 15 meses, y creo que me debo a ella», explica, «le he quitado mucho tiempo, ella ha sido la que se ha ocupado de criar a mis hijos fundamentalmente, más que yo». «La política nos ha robado el tiempo a los dos», concluye.

Mora agradeció los cientos de mensajes y llamadas que ha recibido en estos días, no solo de compañeros del PSOE, sino también de otros partidos con los que ha coincidido en las Cortes. Le refrenda su concepción de que «la política es diálogo». Dice que él lo aprendió de chaval  yendo a los debates constitucionales previos en Madrid. «Esa política de diálogo se está perdiendo», lamentó, «los polítogos ahora se dedican a hacer frases que ponen en boca de los políticos».