Históricamente, el paseo del Miradero ha sido un lugar de encuentro y esparcimiento en Toledo, uno de los pocos espacios abiertos del Casco. Con la construcción de las galerías comerciales primero, y del actual Palacio de Congresos más tarde, la tierra y los árboles fueron sustituidos por cemento. Hoy sigue siendo un lugar con unas vistas privilegiadas a Toledo, en un maravilloso entorno cerca de Zocodover, la parte superior de un palacio de Congresos muy usado y la puerta de entrada del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha. Es además la entrada peatonal principal al Casco. Sin embargo, los cambios de usos y costumbres lo han dejado como un espacio secundario en la vida del centro histórico, usado sobre todo por turistas y usuarios de la terraza hostelera.

Muchas pueden ser las causas de esta pérdida de uso, pero quizás la falta de mantenimiento sea una de ellas. Y no es solo el problema con las escaleras mecánicas y ascensores, que tantas veces se han estropeado. El pasado 13 de febrero un usuario denunciaba ante la Policía Local y el 112 que incluso faltaban escalones. Pero en esta ocasión parece que por fin puede llegar a la solución a este problema endémico, porque la concesionaria, ha abonado al Ayuntamiento 210.822 euros para su reparación, que puede llegar en breve.

Los problemas del Miradero son algunos más, básicamente resumidos en falta de limpieza y de mantenimiento. El usuario que entra al remonte desde las dársenas de Safont se va topando con pintadas, sobre todos en las diversas entradas y miradores, así como pegatinas, publicidad de bares conocidos en Toledo y grupos musicales. Capítulo aparte es para el gran cristal a la derecha del gran río de escaleras. Desde el principio se fue acumulando allí suciedad, a lo que se unen también múltiples pegatinas. Su situación o su tamaño lo deben de hacer complicado de limpiar; lo cierto es que permanece desde hace años lleno de polvo y churretes.

El Miradero languidece a falta de mantenimiento y limpieza - Foto: David PérezExterior. Nada más salir al exterior de las escaleras continúan las pintadas y pegatinas que afean la principal entrada peatonal a una ciudad Patrimonio y a su Palacio de Congresos.

Como el cristal anterior, la estructura de cristal angulosa que sirve de lucernario al palacio está cubierta de polvo y suciedad, amén de más pegatinas. Podría ser una bonita y original disposición, pero la falta de limpieza lo impide.

Desde aquí ya se aprecia el terrible problema con el boj, seco y enfermo, que la concesionaria de la terraza está tratando de solucionar, si el Ayuntamiento le da permiso para sustituir la especie vegetal.

El Miradero languidece a falta de mantenimiento y limpieza - Foto: David PérezEl mirador exterior es objeto de más pintadas en sus paredes y algunas baldosas caídas. Su balaustrada, también con pintadas, tiene desconchones de su cubierta, lo que ha permitido el óxido de su interior en algunos puntos, y junto al óxido, los ya típicos candados, que se han eliminado en otros puntos cercanos. Le falta un repaso.

Más fotos: