Comenzó el Mundial de Superbikes con una primera cita en Australia donde era el momento de poner en práctica las nuevas normas, sobre todo la del peso en el caso de Bautista con el que la organización dice que pretende igualar las opciones de los pilotos. 

El talaverano, campeón las dos últimas ediciones, fue de menos a más. Y es que la caída en la Carrera 1 podía haber hecho presagiar lo peor, aunque jamás cuando atañe a Bautista quien, además, tras caerse, logró sumar un punto mientras su compañero, Nicolo Bulega, se hacía con la victoria. Tenía una nueva oportunidad en la Superpole Race donde se quedó a las puertas del podio con una cuarta plaza. Y llegó la Carrera 2 un tanto accidentada ya que Jonathan Rea se cayó al final de la tercera vuelta en la curva 11, provocando una bandera roja en la cuarta vuelta. 

La parrilla para el reinicio de la carrera se ha basado en el último punto de cronometraje completado por cada piloto, por lo que la primera fila la han ocupado Bautista, Locatelli y Andrea Iannone. Bautista ha mantenido el liderato, pero el gran protagonista ha sido Rinaldi, que ha pasado de la sexta posición a la segunda y ha disputado el liderato a Bautista.

Por detrás, Lowes se acercaba a Rinaldi, y le ha superado por la segunda posición en la curva 1 al inicio de la vuelta 8. El trío se ha alejado de Iannone, que se ha ido largo en un par de ocasiones, mientras Locatelli luchaba por recuperarse después de haber perdido muchas posiciones.

En la vuelta 9, Locatelli ha adelantado a Rinaldi a la salida de la curva 10 y han seguido luchando. Todo ha terminado en la curva 4 de la última vuelta, cuando Locatelli se ha ido al suelo al intentar adelantar a Alex Lowes. Esto ha permitido a Bautista y Lowes luchar por la victoria, siendo el británico el vencedor y llevándose su segunda victoria del día gracias una maniobra increíble: en la última vuelta, en Lukey Heights, por fuera. Bautista ha intentado devolvérsela, pero no ha podido y el británico ha vencido por sólo 0.048s.