El técnico del Soliss Talavera, Ángel Magán, entiende que la justicia en el deporte «la marca el acierto». Así se expresó en relación al 3-6 encajado en el polideportivo Primero de Mayo frente a Ciudad de Móstoles.
Consideró la «salida en tromba» al inicio de primer tiempo y «hemos tenido tres ocasiones clarísimas de gol y no hemos acertado, mientras que ellos nos han marcado en la tres primeras que ha tenido».
El conjunto talaverano mejoró sustancialmente en el segundo tiempo: «Hemos intentado hacer la machada y nos hemos puesto 2-3». Y, precisamente, para superar a Móstoles, «le hemos estado presionando todo el rato, apenas nos ha creado peligro y le hemos asfixiado su salida de balón».
Por tanto, por la imagen brindada en el Primero de Mayo frente a un candidato al ascenso, «hay que descubrirse ante nuestros jugadores porque lo han dado todo y se han partido el pecho». Destacó la «mala fortuna» de un penalti en contra que «puede ser riguroso». Recurrió Magán al portero-jugador y, durante esta fase, «lo hemos hecho bastante bien». Los talaveranos dispusieron de ocasiones como para haber empatado, pero, en una de ellas, por ejemplo, «la mala suerte de que el portero la ha sacado con la cara y el rechace ha terminado en gol de Móstoles».
Un conjunto madrileño que en el segundo periodo anotó un tanto de penalti y otros dos desde su área jugando nosotros de cinco». Por tanto, el 3-6 final «el equipo no lo merece por el trabajo que ha hecho».
Todo los integrantes del Soliss Talavera afrontaron el choque ante Móstoles para intentar «la machada como ante Tres Cantos y hemos estado a punto».
De este modo, una jornada más en la que se complica la permanencia: «Quedan nueve partidos, 27 puntos y hay aún mucha tela que cortar».
Los nervios empiezan a hacerse notar en algún que otro aficionado de los pocos que acuden al Primero de Mayo. Precisamente, uno de ellos increpó en el descanso a Magán y este respondió. El entrenador indicó a los medios de comunicación que «respeto a los aficionados, pero pagar su abono no les da derecho a insultar, ni a meterse con el trabajo de uno». Porque, como recalcó, «duelen muchas cosas cuando uno se está dejando la vida por esto». Añadió que «la afición ha estado siempre con nosotros y no puede ser que ahora no».