Manuel Juliá

EL TIEMPO Y LOS DADOS

Manuel Juliá

Periodista y escritor


Yesterday

30/12/2024

Lo peor del siglo XX no ha existido. Hay documentales que describen guerras, genocidios, el autoritarismo más aguerrido, pero todo eso no ha existido, ya no se recuerda. Es como en el filme Yersterday, de Danny Boyle. Después de un apagón de dos horas, el mundo olvida a los Beatles. Sus canciones desaparecen de internet, del mundo físico, de las mentes. Solo unos pocos las recuerdan. Jack Malik, un cantante mediocre que no las ha olvidado, se apropia de ellas y las lanza al mundo como nuevas. Su éxito es rotundo.
El genocidio judío nunca existió. Lo han olvidado hasta en Israel, pues lo están reviviendo con los palestinos en Gaza y Cisjordania. Tampoco existieron los partidos nazis o fascistas, provocadores de la guerra más cruel y miserable de la historia. Fue un infierno dantesco con 40 millones de muertos civiles y 20 millones de soldados. Sin embargo, el peligro para el mundo que es Elon Musk dice que Alternativa para Alemania, formación de extrema derecha que ha sido condenada por usar eslóganes nazis, «es el último rayo de esperanza para este país». Lo escribe en el dominical del conservador Wet am Sonntag.
Tampoco existió la dictadura con su negación de las libertades y destierro o fusilamiento de cientos de miles de personas. Lo expresa un tipo (muchos) de Vox cuyo nombre ni recuerdo ni quiero recordar. Ni el New Deal de Roosvelt. El Estado reactivando la economía después de la fuerte depresión del 29. Ni esa larga época dirigida por la social democracia y la democracia cristiana, que es cuando mejor le ha ido al mundo en libertades y justicia social.
Todo eso no existió. Solo así puedo entender el florecimiento de esas venenosas y agresivas ideologías ultras y el apoyo creciente que generan. En el estadio de la Juve de Stabia jugaba el nieto de Mussolini. Cada vez que el locutor pronunciaba su nombre muchos aficionados bramaban brazo en alto: «¡Mussolini!». La población de esta ciudad fue triturada y asesinada de manera especialmente salvaje por los nazis en 1943. 
Van muriendo los que vivieron aquellos días. Con su marcha se pierde su memoria. «Quién olvida su Historia está condenado a repetirla». Esta frase del filósofo Santayana da la bienvenida a los visitantes del campo de concentración de Auschwitz.