La provincia de Toledo sumó 5.800 ocupados a lo largo de 2023, una cantidad que elevó el volumen de personas con una actividad remunerada hasta las 309.400 en el territorio. El repunte experimentado en este indicador se corresponde con un descenso de la tasa de paro de unos tres puntos y medio, desde el 15,28% con que cerró 2022 hasta el 11,84% del último trimestre del año recién finalizado. La Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística estima en 41.600 el número de toledanos parados, lo que supone un recorte de 13.200 personas en un año. En los últimos tres meses, la cuantía de vecinos en esta situación ha mejorado, con 1.200 menos, aunque lo ha hecho de manera más lenta.
La tasa de paro de la provincia de Toledo es la más baja desde el segundo trimestre de 2008 (entonces fue del 10,65%), en los albores de la gran recesión que golpeó con fuerza a las economías de los países más desarrollados. El número de ocupados, por su parte, alcanza uno de sus registros más altos de la serie histórica, un dato que certifica la presencia creciente de vecinos en algún ejercicio profesional, aunque describe una cierta temporalidad en la contratación. Los 315.700 ocupados del tercer trimestre de 2023 supusieron la mejor cifra de la serie histórica en este apartado.
Sin embargo, el tamaño de la población activa se ha reducido en 7.400 personas en el último año en la provincia, hasta los 351.000 toledanos. Forman parte de este colectivo aquellas personas de 16 o más años que trabajan o se encuentran disponibles para incorporarse a un desempeño laboral. Al mismo tiempo, la población inactiva en Toledo ha crecido durante 2023 en 20.100 personas, desde las 226.200 del cuarto trimestre de 2022 hasta las 246.300 de la última actualización publicada. Los inactivos agrupan a los jubilados, los estudiantes, las personas dedicadas a las labores del hogar y aquellas que están incapacitadas de manera permanente. La retirada profesional de las cohortes del baby boom se apunta como el principal factor que explica la presencia creciente de toledanos en este grupo. En los últimos doce meses, la provincia ha añadido 6.600 nuevos pensionistas. También se ha incrementado con fuerza la cantidad de estudiantes, con 7.100 más, hasta los 56.200 alumnos.
Las actividades de la industria y la construcción han empujado la creación de empleo durante el último año. El sector secundario suma 47.300 ocupados, 2.500 más de los que tenía al final de 2022. El ladrillo, por su parte, dispara la fuerza laboral contratada; a lo largo de 2023, esta actividad agregó 9.300 trabajadores, hasta los 36.000 ocupados (desde los 26.700 del mismo periodo del año anterior). Los trabajadores que se desempeñan el sector servicios, el ámbito de la actividad económica más intensivo en mano de obra, mengua en 4.000 personas, hasta los 214.000 toledanos. La proporción de profesionales dedicados a la agricultura, una actividad marcada por la estacionalidad de las campañas, se deja 2.000 trabajadores en 2023, hasta los 12.000 ocupados.
Las cifras generales del empleo en la provincia reflejan la dualidad del mercado de trabajo. La tasa de paro femenina se mantiene muy por encima del dato masculino. El 15,52% de las toledanas en edad laboral se encuentran paradas, un porcentaje que cae hasta el 8,97% en el caso de los varones. Ambos indicadores han mejorado a lo largo del último año. La proporción de parados a finales de 2022 era del 10,87%, mientras que entre las mujeres se elevaba hasta el 20,75%. En el último trimestre, el paro femenino mantuvo su tendencia positiva y descendió desde el 16,65% hasta el 15,52%; sin embargo, el paro masculino repuntó levemente, del 8,17% del tercer trimestre hasta el 8,97% actual.
Respecto a los datos del conjunto de la región, la tasa de paro de la provincia mejora los registros de Ciudad Real (16,27%) y Albacete (11,96%), aunque empeora los datos de Cuenca (11,3%) y Guadalajara (9,31%). En el conjunto de España, la tasa de paro se situó en el 11,76%, apenas dos centésimas menos que en el territorio toledano.