Las lecturas de los partidos de Alfredo Santaelena empiezan a solaparse unas con otras. Viene utilizando recursos similares tras los partidos fuera de casa del CD Toledo, y, tras el 0-0 en Balazote, el técnico madrileño aseguró que les faltó «más personalidad, ser valientes y aportar ofensivamente mucho más» pues considera que su equipo «está capacitado, lo trabaja en los entrenamientos, y debe transmitirlo en los partidos».
Desde su punto de vista, el cuadro verde «salió bien», y tuvo unos 25 minutos en los que «dominí y creó un par de ocasiones», por medio de Reguera, además de «dos transiciones de Óscar y Álvaro, en las que debimos adelantarnos», piensa Alfredo.
A partir de ese momento, reconoce que el Huracán «acosó mucho más, sobre todo a balón parado», y que el CD Toledo «perdió un poco el control». Seguidamente, «en la segunda parte no estuvimos a la altura», sentenció el entrenador verde, ya que, según añade, «defendimos medianamente regular, con dificultades para contrarrestar su juego directo y el balón parado». Asimismo, en el apartado atacante, «no estuvimos acertados», concluyó.
Entiende Santaelena que sus jugadores necesitan «más tranquilidad y serenidad en el campo» para «tener la pelota y darle velocidad para amenazar más a la defensa rival». En cualquier caso, se queda con el lado positivo, a pesar de que comprende que la gente esté cabreada: «Dejamos la portería a cero y rompimos, con el punto, la mala dinámica a domicilio». Asimismo, lo de perder el liderato le sigue resultado «algo anecdótico», por lo que piensa que «hay que afrontar la segunda vuelta con ilusión» para empezar a ganar fuera de casa.
El siguiente encuentro será este domingo (12:00 horas) en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta frente al segundo clasificado, el Atlético Albacete. «Al menos, jugaremos en un campo diferente al de los últimos partidos y con un rival que creo que nos viene mejor, aunque será muy complicado», advierte el entrenador del CD Toledo: «Es el momento de dar un paso adelante».
Y es que, considera que, quizás, sus jugadores, cuando se ven amenazados por el contrario «les entra el miedo a perder». Es algo que «hay que saber manejarlo, ya que los equipos «siempre juegan al 200 por cien contra nosotros, y es algo que tenemos que asumir».