Colorrectal y mama, los tipos de tumor más comunes en Toledo

Á. de la Paz
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El pasado año se diagnosticaron 4.063 nuevos casos en la provincia, más entre los hombres. Los procesos cancerígenos segaron la vida de 1.538 vecinos, la mitad mayores de 75 años

La prevención y la detección temprana son dos de las claves de la lucha contra el cáncer. - Foto: Valdivielso

La provincia de Toledo registró 558 nuevos casos de cáncer por 100.000 habitantes en 2023, una tasa que se tradujo en la aparición de 4.063 procesos tumorales nocivos. Los dos tipos cancerígenos más frecuentes fueron el colorrectal, con 572 diagnósticos, y el de mama, con 495 detecciones. Las tasas de incidencia más elevadas se alcanzan en el de mama, un tipo tumoral más agresivo en las mujeres, con 137 casos por 100.000 habitantes, y el de próstata, un problema exclusivo de los varones, con 133 casos por 100.000 habitantes.

La presencia de este conjunto de enfermedades relacionadas con el mal funcionamiento celular es mayor entre los hombres de las provincia. Las nuevos pacientes oncológicos en el territorio toledano incluyeron 2.372 hombres y 1.691 mujeres. Los varones acumulan 647 casos por 100.000 habitantes, frente a los 467 de las mujeres. Otros tumores con alta incidencia en la provincia son los colorrectales (78 nuevos casos por 100.000 habitantes), los de pulmón (60) y los de vejiga (43).

La mayor parte de los casos se detectan en las edades más longevas. La extensión de la esperanza de vida implica más posibilidades de contraer la enfermedad. La incidencia entre los menores de 14 años es apenas apreciable y solo alcanza los 17 diagnósticos; entre las personas situadas en la franja de los 15 a los 39 años, se contabilizaron 133 afectadas, con una incidencia de 64 nuevos casos por 100.000 habitantes. Sin embargo, más allá de los 75 años, los pacientes recién advertidos de tal patología se elevaron hasta los 1.330 (tasa de 1.987 casos por 100.000 habitantes).

La incidencia del cáncer en la provincia es algo más baja que la media nacional (591 casos por 100.000 habitantes) y que la del conjunto de Castilla-La Mancha (585). Las provincias con peores datos se sitúan en el cuadrante noroeste peninsular. Se trata de Zamora (836), Orense (817), Lugo (789) y León (764). Estos cuatro territorios se caracterizan por su población envejecida, una circunstancia que dispara la presencia del cáncer. Los registros más halagüeños se localizan en Melilla (414), Ceuta (445), Almería (499) y Murcia (513). Una condición transversal en estos territorios es la juventud de sus poblaciones. Por tanto, una mayor incidencia de cáncer en una población concreta se relaciona con una mayor edad media entre sus habitantes.

En las provincias más próximas a Toledo, los datos son similares. Entre las de la región, tres obtienen peor resultados, Cuenca (667), Ciudad Real (612) y Albacete (598), mientras Guadalajara (532) los mejora. La incidencia en Madrid es prácticamente similar (551); las de Ávila (739), Cáceres (689) y Badajoz (608) son más altas.

En el último lustro, un total de 12.730 toledanos han padecido cáncer, incluidos 7.101 hombres y 5.628 mujeres. Esta cifra incluye a los pacientes con un tumor detectado y no resuelto en el periodo de un año. Si se toma como referencia el trienio anterior, la prevalencia alcanzó los 8.437 vecinos.

MORTALIDAD. El cáncer segó la vida de 1.538 toledanos el pasado año, 939 hombres y 599 mujeres. La brecha por sexos se estira 22 puntos: el 61% de las muertes por tumor alcanzó a los hombres; el 39% restante, a las mujeres. Asimismo, más de la mitad de los fallecidos, un total de 816 personas  (53%), tenían más de 75 años.

La cifra de finados por procesos cancerígenos hace diez años fue similar a la última de la que se tienen datos. En aquel 2013, fueron 1.488 los vecinos perecidos por la concurrencia de un tumor.

El cáncer de pulmón alcanzó en 2023 el mayor volumen de muertes, con 286 óbitos. Los tumores relacionados con el colon y el recto acabaron con 239 vidas. Por su parte, las enfermedades celulares relacionadas con próstata (96 muertes), mama (95) y páncreas (91) fueron otras de las más letales entre los toledanos.