Un hombre de 84 años falleció este domingo en Manzanares a consecuencia del brote de legionela que se detectó en Manzanares el pasado 11 de diciembre. Así lo confirmó ayer el director general de Salud Pública, Manuel Tordera, quien comentó que la víctima presentaba, además, otras patologías asociadas como diabetes o cardiopatía. En rueda de prensa, Tordera comentó que hasta ayer había confirmados 109 casos de legionelosis, de los que 21 continúan ingresados en el Hospital Virgen de Alta Gracia de Manzanares y tres más estaban en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Ciudad Real: una mujer de 55 años, que lleva ingresada, al menos, desde el día 14 de diciembre con pronóstico «muy grave, pero evoluciona favorablemente» y dos varones en estado grave. Los casos confirmados corresponden a 100 vecinos de Manzanares, cinco de Membrilla, dos de La Solana, uno de Las Labores y uno más de Alcázar de San Juan.
Acompañado por el director de Gerencia de Atención Integrada de Manzanares, Pablo Agudo, el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, y el director provincial de Sanidad en Ciudad Real, Francisco José García, Tordera comentó que el pico más alto de pacientes sintomáticos se registró el 15 de diciembre y que aún podrían registrarse casos en los próximos días hasta el 25 de diciembre, periodo en el que finaliza el periodo de incubación, que oscila entre dos y 10 días.
El responsable regional de Sanidad resaltó que desde que se detectó el brote en la localidad (hoy hace 12 días) «se han reforzado con medios humanos y materiales prácticamente todos los servicios del Hospital de Manzanares con arreglo a las necesidades que se han ido detectando» tal y como corroboró también el director de Gerencia de Atención Integrada, quien añadió que se han reforzado servicios como los de Urgencias, Laboratorio, Medicina Interna, hospitalización y Atención Primaria. Agradeció también la profesionalidad y colaboración de los profesionales sanitarios, quienes «muchos se han quedado a trabajar de forma voluntaria en estos días» ante un brote de legionelosis que «ha saturado el servicio de Urgencias, pero no las ha desbordado», subrayó.
Durante estos días, y con el objetivo de dar con el origen de los casos, la Dirección General de Salud Pública ha rastreado todo Manzanares, inspeccionando más de 100 puntos susceptibles de albergar la bacteria de la legionela, entre los que se encontraron 19 puntos diferentes de riesgo potencial. De esas zonas, explicó Tordera, se han tomado 33 muestras, de las que dos dieron indicios de positividad: una fuente ornamental pública y una torre de refrigeración de una empresa pública, ambos focos situados en la periferia de Manzanares. De momento, y con el objetivo de trabajar con la máxima seguridad, se han pedido contraanálisis de los primeros resultados, cuyas conclusiones definitivas no se conocerán hasta dentro de unos días, ya que el proceso «es lento y podría tardar». Si bien, Tordera pidió calma a la sociedad, porque «se sigue trabajando, recorriendo toda la localidad y revisando cualquier instalación que pudiera tener un aerosol» a pesar de que según reflejan todos los informes, las cifras del brote epidemiológico indican ya su remisión.
Por su parte, el alcalde de Manzanares, confió en poder conocer cuanto antes los resultados definitivos para determinar el punto exacto en el que se originó el brote y pidió tranquilidad a la población, ya que «desde que se detectó, se han cerrado los sistemas de refrigeración y de evaporación susceptibles se transmitir la legionela». «Siempre se ha actuado en coordinación con los criterios protocolizados, por lo que en todo momento se han seguido con las instrucciones», señaló Nieva.