El aparcamiento que plantea el equipo de Gobierno municipal en la Vega podrá comenzar a hacerse realidad en 2026, pero exige un largo proceso administrativo previo que garantice, entre otras cosas, que la excavación necesaria para habilitar distintas plantas en este futuro parking pueden realizarse sin impedimento al no encontrarse restos arqueológicos.
En principio, el concejal de Turismo, José Manuel Velasco, confía en que zona de actuación esté limpia y subraya que la ciudad cuenta con un estudio arqueológico que indica que no hay vestigios. Si bien, también deja caer que pueden aparecer «por sorpresa», sobre todo, porque «el Toledo romano llegó hasta allí».
En cualquier caso, Velasco aseguró esta mañana que el proyecto contará con todos los controles y trámites pertinentes y tendrá que elevarse a la Comisión Regional de Patrimonio para su dictamen.
Al mismo tiempo, el concejal también se puso en la hipótesis de que puedan hallarse vestigios y señaló que si ocurre habrá que estudiarlo detenidamente y «proteger el patrimonio».
Al respecto, Velasco insistió en que la protección de patrimonio no es incompatible «con el avance de la ciudad» y puso como ejemplo las obras en la Avenida de la Reconquista, un proyecto que contó con la aparición de restos arqueológicos bajo la calzada, lo que obligó a protegerlos antes de continuar con la intervención.
Velasco considera un acierto el futuro parking de la Vega y un lugar de estacionamiento idóneo para todos aquellos visitantes que acceden a Toledo por la carretera de Piedrabuena, entre otros accesos, dado que dispondrá de seis plantas y un total de 790 plazas.
Además, el concejal también deslizó que el Gobierno municipal está buscando habilitar otro parking «en la circunvalación» que ayude a descongestionar las zonas cercanas al Casco.