Toledo ha contado con numeroso público estas Navidades y así lo indican los datos que maneja la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento, unas cifras positivas que exigen a su vez continuar estableciendo medidas y alternativas para que la ciudad siga ofreciendo su mejor cara turística. 

El titular de este área, José Manuel Velasco, señala que la ocupación hotelera se ha situado en el 92,6% desde el puente de la Constitución, con picos del 95,2% durante los fines de semana. Además, se ha observado que estas Navidades ha aumentado la actividad hotelera respecto a la anterior y Toledo se ha convertido en un gran referente turístico siendo un destino de interior, tal y como se ha reflejado recientemente en los medios de comunicación.

Más allá de las cifras de pernoctaciones que se manejan desde el Ayuntamiento, los accesos a Toledo también ofrecen una clara muestra de la gran afluencia turística, puesto que entre el 22 de diciembre y el 6 de enero han entrado en Toledo 1.313.044 vehículos, una buena noticia para el sector turístico y empresarial que a su vez dificulta y exige «estrategias» para que la movilidad sea fluida.

Velasco hace balance y deja claro que el número de coches en las entradas a Toledo es muy llamativo, sobre todo, si se compara con el parque automovilístico de la ciudad, que calcula que no superará los 75.000 vehículos. En este caso, una de las entradas más complejas  es la carretera de Piedrabuena, que, sin ir más lejos, registró 22.788 vehículos el pasado 28 de diciembre. Una cifra que fue superada en otras fechas de estas Navidades.

En este caso, el concejal de Turismo apunta que esta situación complica la movilidad y ha exigido en algunos momentos desviar el tráfico hacia otros accesos y cortar puntualmente la carretera de Piedrabuena para evitar aglomeraciones. Además, destaca la efectividad del sistema que informa sobre la ocupación de los aparcamientos, que también ayuda a la hora de acoger visitantes, tanto los que únicamente se quedan en la ciudad un día como los que pernoctan una o más noches.

Velasco también explica el acierto de diversificar la afluencia turística en distintos ejes dentro del Casco para evitar colapsar el tramo Zocodover-plaza del Ayuntamiento, una estrategia que puso en marcha el Gobierno municipal  las Navidades pasadas. 

Para ello, se han revitalizado distintas zonas, como Recaredo, la Vega o los puentes. Asimismo, Velasco resalta el éxito de la programación navideña y considera que desde el Ayuntamiento hay que continuar trabajando en la desestacionalización del turismo para conseguir que enero y febrero, meses que han sido temporada baja normalmente, continúen reforzando el sector turístico y ayuden a mantener en buenos niveles la actividad hostelera y la ligada a los servicios. 

En cualquier caso, el concejal de Turismo tiene clara que la estrategia turística del Ayuntamiento funciona y está convencido de que «Toledo es una ciudad que todo el mundo quiere visitar.