Día tercero de la polémica por las declaraciones de Page sobre la amnistía y por la foto de una charla en Fitur con los presidentes de Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana, los tres del PP. Con ellos comparte que es una de las regiones que ha salido perdiendo por el sistema de financiación autonómica. «En el terreno de la financiación no voy en ningún caso a dejarme llevar por ningún tipo de filia política», expuso, «me da lo mismo los comentarios que se hagan por que mi objetivo, que es por lo que me han votado, es defender esta tierra».
Page insistió en que Castilla-La Mancha «es una región que está creciendo, que está desarrollando grandes servicios públicos». En ese sentido, reiteró que él no quiere el dinero «para hacer un referéndum ilegal, sino para hacer guarderías, centros de salud, residencias y hospitales».
El presidente de la Junta admite que con sus homólogos del PP discrepa mucho en políticas sociales, pero en este caso coincidiría en reclamar ese dinero que se ha perdido por ser comunidades infrafinanciadas. «El simple hecho de poder mantener una conversación y acuerdo con otros presidentes, se ve como un delito», lamentó, «si me reúno con Puigdemont me aplauden , si me reúno con el presidente de Andalucía se disgustan».
Sobre el revuelo de sus declaraciones en el PSOE, Page admitió que «cuando uno va al baile, tiene que estar preparado para que le pisen». Sobre el comentario que hizo la ministra de Hacienda dejando caer que Page busca notoriedad, él contestó que «lo que nos tiene que preocupar es la notoriedad de Puigdemont».