Carmen Conde: pionera y referente en el Derecho

A. L. Ramos
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El Consistorio toledano le otorga la distinción de Hija Predilecta de la ciudad, a título póstumo, después de ser la primera mujer en ser decana del Colegio de Abogacía de Toledo

Conde fue la primera decana provincial de un Colegio de la Abogacía. - Foto: La Tribuna

Carmen Conde fue una de las primeras mujeres que rompió barreras en el mundo del derecho en España, especialmente en Toledo, un campo que, en su época, parecía reservado casi exclusivamente a los hombres. Su hija Pilar Sánchez, quien también ha seguido sus pasos en la abogacía, nos cuenta su historia y cómo su madre ha dejado una huella indeleble en la profesión y en la sociedad.

En una época en que las mujeres tenían un acceso muy limitado a la educación superior, Carmen Conde demostró una determinación excepcional. En su clase de la universidad, sólo ella y Gloria Begué, futura magistrada del Tribunal Constitucional, fueron las dos mujeres entre un grupo mayoritariamente masculino. Como cuenta su hija, Carmen tuvo que luchar no sólo contra las limitaciones sociales de la época, sino también contra la oposición de su propio padre, pero con el beneplácito y el apoyo de su madre.

«Carmen fue pionera por decisión propia. A pesar de las dificultades, su lucha le permitió abrir puertas no sólo para ella, sino para futuras generaciones de mujeres que decidieron seguir su ejemplo en la abogacía», explica su hija. Su determinación no solo la llevó a convertirse en una de las primeras mujeres en colegiarse como abogada, sino también a ser la primera mujer en España en asumir el cargo de decana del Colegio de la Abogacía de Toledo.

A pesar de las dificultades iniciales que pudieron presentarse, Carmen nunca sintió discriminación por su género dentro de su profesión. Según Pilar Sánchez, Carmen fue siempre recibida con apoyo por sus compañeros abogados, quienes valoraban su capacidad y su profesionalismo. En sus propias palabras, Carmen solía explicar que la abogacía es una profesión que requiere una mente amplia y que, en ese sentido, no hubo barreras para ella.

«Ella siempre decía que la profesión de abogado era abierta a la capacidad de las personas, independientemente de su género, y eso le permitió sentirse bien acogida en su entorno profesional», comenta su hija. 

CASOS SIGNIFICATIVOS. A lo largo de su carrera, Carmen defendió numerosos casos de relevancia, muchos de los cuales marcaron un antes y un después en el ámbito jurídico. Entre los casos más destacados se encuentra su defensa de médicos ante acusaciones de negligencia y su intervención en situaciones de agresiones a profesionales sanitarios. Además, uno de los casos que más le impactó fue el de un joven implicado en una reyerta, un caso que le tocó profundamente debido a las circunstancias del acusado y la víctima.

Uno de los hitos más significativos fue el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional que Carmen presentó por un caso relacionado con los derechos de las víctimas, un acto que, según su hija, representó una verdadera lucha por la justicia, especialmente porque fue un recurso que involucró a su propia familia. «Ese recurso fue algo muy significativo para ella, fue un momento de mucha emoción, porque más allá de la abogacía, también era una causa personal», recuerda Pilar Sánchez.

La distinción de Hija Predilecta que otorga el Ayuntamiento de Toledo a Carmen Conde, a título póstumo, es un homenaje que su familia lo recibe con gran emoción. Aunque Carmen nunca fue una mujer que buscara protagonismo ni premios, su hija confiesa que este reconocimiento es muy importante, tanto para la familia como para la profesión. «Nos emociona mucho. Para nosotros, Carmen ha sido no solo una madre ejemplar, sino también un modelo de lucha y dedicación profesional. Es un reconocimiento que llega tarde, pero que sin duda es merecido», afirma.

Al recordar a su madre, su hija destaca los valores que Carmen transmitió a quienes la conocieron: «honestidad, esfuerzo, lucha y un claro espíritu de servicio a los demás». «Carmen siempre luchó por lo que creía, sin rendirse nunca», concluye su hija Pilar Sánchez.