Las lluvias de este domingo hicieron revivir a los vecinos de Azucaica pesadillas pasadas. El arroyo Lazo bajó como nunca lo habían visto los más veteranos y el agua y el barro volvieron a anegar casas y garajes, dejando la avenida de Azucaica inundada. En la zona más baja del barrio saltaron las alcantarillas por la presión del agua. Pero lo peor, apunta el presidente vecinal, Víctor Fernández-Jara, se dio en la carretera de acceso al barrio, la CM-4001, «porque se llenó el rebosadero a la entrada al barrio, el agua saltó la carretera y muchos coches se lo encontraron allí y muchos vecinos tuvieron que salir por la ventanilla y dejar los coches en la cuneta. A la una y media los tuvimos que estar sacando con un tractor». También la To-23 se anegó de tierra.
Fernández-Jara recuerda que la noche del domingo «en Azucaica estuvo muy peligrosa, porque hacía años que no veíamos bajar el arroyo como bajaba, fue descomunal». Las consecuencias son todavía coches y contenedores de basuras arrastrados hasta el campo; un centro cívico destrozado, con dos metros de agua y paredes rotas en la zona de abajo; vallas del parque rotas; y casas inundadas.
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El arroyo Lazo, otra vez de pesadilla en Azucaica
El arroyo Lazo, otra vez de pesadilla en Azucaica
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La solución, insiste Fernández-Jara, pasa por la tan reclamada canalización del arroyo, «es la única que hay». Porque las Danas vienen cada vez con más fuerza «y los vecinos no podemos estar pendientes cada vez que cae una gota de agua, temiendo que se nos inunde la casa, salten las alcantarillas o nos quedemos aislados en el barrio, porque es la única salida que hay». Así se lo explicaron los vecinos al propio alcalde, Carlos Velázquez, en la tarde del domingo, «la única solución pasa por la canalización del arroyo».