El proyecto de candidatura para la capitalidad europea de la cultura de 2031 reeditó la reunión que inauguró, en noviembre de 2023, la carrera de Toledo para alcanzar tal reconocimiento. San Marcos acogió un encuentro con las entidades y gestores culturales, un cónclave que desveló algunos de los avances del primer año de trabajo y señaló los cinco ejes sobre los que se estructura el plan de la capital regional para este empeño.
La sesión informativa desgranó las diferentes gestiones realizadas en favor de la consecución de la capitalidad. Además, el profesor Andrés Sánchez-Clemente, asesor de la candidatura, detalló parte del trabajo realizado desde que el Ayuntamiento se adentró en dicho propósito. Las tres primeras reuniones del consejo asesor, correspondientes a la fase inaugural de activación, determinaron como vectores estratégicos la redefinición del sobrenombre de Toledo, el recordatorio de su condición de ciudad patrimonio mundial, su carácter de capital en ciertos momentos históricos, la apuesta por la recuperación de espacios para la cultura y el compromiso del plan con la sostenibilidad.
Respecto al sobrenombre de Toledo, y a partir de la idea de ciudad de las tres culturas, se decidió la inclusión de la idea de paz como parte de la marca con que se desea proyectar al resto de Europa. En el caso de su pasado capitalino, y más allá de haber sido el epicentro visogótico e imperial, se señaló la importancia de retomar un papel señero en el ámbito cultural. Sobre la renovación patrimonial, se citó como ejemplo la exitosa (y reciente) remodelación del Corral de Don Diego y el Salón Rico.
Hasta la fecha, siete ciudades españolas se han postulado como potenciales capitales europeas de la cultura de 2031. Además de Toledo, forman parte de la lista Burgos, Cáceres, Granada, Jerez de la Frontera, Las Palmas de Gran Canaria y Oviedo. La otra ciudad castellana en liza es «quizás la que más suene en las quinielas», explica Sánchez-Clemente. En el caso de Burgos, se apunta como ventaja competitiva su larga experiencia en un proyecto que iniciaron en 2010. Sin embargo, el investigador toledano detalla cómo el Observatorio de la Cultura, que elabora La Fábrica, ubica a la urbe septentrional en las posiciones traseras de entre el medio centenar de capitales de provincia españolas. En este indicador, Toledo resulta mejor parada.
Sánchez-Clemente sitúa a Toledo en «un punto intermedio» entre las diferentes ciudades que concurren, una posición que ha mejorado con el esfuerzo de quienes participan en el proyecto. «Este año se ha avanzado muchísimo», indica.
Por su parte, la edil de Cultura, Ana Pérez, ratifica la importancia de «involucrar, participar e ilusionar» a la ciudadanía como receta para el éxito de un plan que, aunque no se concrete con el nombramiento de capital europea, contribuirá a «dinamizar» la agenda cultural de la ciudad.
Las entidades y gestores que se sumaron a la sesión fueron «invitados a presentar sus proyectos», una oferta que complementará la de las once mesas de trabajo que se reunieron el pasado día 5.
PRÓXIMAS CITAS. Los participantes en las once mesas temáticas se convocarán de nuevo el próximo 10 de diciembre, una cita en la que cada uno de los grupos de trabajo presentará sus ideas consensuadas. Las sugerencias serán analizadas y estudiadas para «ver si se acogen o se adaptan a lo que pide la capitalidad», detalla Pérez.
Además, el 18 de diciembre, se celebrará un encuentro con las diferentes asociaciones de vecinos de la ciudad, un acto en el que estos colectivos podrán aportar su visión sobre este empeño común. Asimismo, la página web de la candidatura permite a cualquier entidad o particular plantear sus reflexiones y sugerencias.