El Tambor del Regimiento Saboya y la inscripción escondida

Esther Rodríguez López
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La investigación es una de las labores fundamentales que se realizan en el museo y este tambor es buena prueba de ello

El Tambor del Regimiento Saboya y la inscripción escondida

En 1950, en la antigua sede del Museo del Ejército en el Palacio del Buen Retiro de Madrid, se trabajaba en la restauración de un tambor que se había fabricado pocos años antes, entre 1900 y 1912, cuando el rey Alfonso XIII lo donó al museo junto con un Uniforme de Tambor del Regimiento Saboya de 1718. Ambas piezas, expuestas en la actual exposición temporal del museo, eran reproducciones que el rey mandó realizar bajo la dirección del conservador de la Real Armería D. José María Florit quien, recurriendo al archivo del propio Palacio, las documentó para conseguir unos ejemplares lo más fieles posibles a los originales del siglo XVIII. Desconocemos por qué se llevaron a cabo esos trabajos de restauración cuando hacia tan poco tiempo que el tambor se había fabricado, aunque probablemente los parches de piel se habrían destensado pues, como veremos, la pieza se desarmó por completo.

Muchos años después, casi un siglo ya, este tambor ha vuelto a ser restaurado para participar en la actual exposición temporal 'Los lenguajes de la música. La colección de instrumentos musicales del Museo del Ejército'. Su caja de resonancia de madera, con fondo azul, presenta el escudo del Regimiento Saboya bajo los símbolos de la Casa de los Borbones españoles mientras que los aros de borde recto, que sujetan los parches de piel, se decoraron con franjas rojas y blancas. La pieza tenía la piel superior muy deteriorada, deshidratación, oxidación en las partes metálicas y suciedad generalizada, tanto en los pigmentos como en los cordajes, por lo que su restauración era necesaria para poder estudiarlo y exhibirlo adecuadamente.

Aunque en esta ocasión el tambor no se desarmó, el retraimiento del parche de piel permitió introducir una cámara en el interior y allí estaba la sorpresa que nos ha ayudado a entender la historia de la pieza en el museo. Una inscripción oculta, en la cara interna del parche inferior decía: «[Se desarmó este tambor el día 10 de noviembre de 1950./… por ambos parches…. El restaurador de dicho/ museo D. José Martín Pérez que lo unió con el maestro de carpintería Venancio Loja [y] el ayudante del restaurador José M. Jimeno». 

El Tambor del Regimiento Saboya y la inscripción escondidaEl Tambor del Regimiento Saboya y la inscripción escondida - Foto: EMHAl leer este texto, entendimos por qué los números de inventario troquelados en los aros de sujeción se encontraban posicionados al revés. El tambor se desmontó pero no se supo volver a montar correctamente y los aros se colocaron invertidos. En la restauración actual, realizada con los más estrictos criterios de respeto a la historia de la pieza, se ha conservado esa posición de la numeración porque, como la propia inscripción 'escondida', es ya parte de la historia del este instrumento musical. El estudio de nuestro tambor del Regimiento Saboya, nos ha permitido conocer como era relativamente habitual que los restauradores de mediados del siglo XX firmaran en las obras dejando constancia de los trabajos realizados. 

La investigación es una parte fundamental de las labores que los profesionales del museo realizamos para conocer en profundidad los fondos que forman parte de la colección, porque un museo es mucho más que exhibir obras, un museo es el guardián de nuestro pasado.