A las 11 de la mañana, los teléfonos móviles de los trabajadores del Mercadona de Seseña echaban humo. A esa misma hora, Francisca, portuguesa criada en Brasil, se abrazaba entusiasmada a su cuñada y a otra amiga. Y a las en punto, el lotero César Puebla se despedía del silencio de la administración de la Calle Ancha y atendía ya las llamadas de celebración. Este hombre, que prefiere mantenerse ajeno a los bombos para evitar los nervios, compartía ayer la dicha de sus clientes; de los numerosísimos agraciados en el municipio sagreño porque repartió 672 décimos del 86.007, un número con aroma a Bond. James Bond.
«Parecía una misión imposible», bromeaba con esa fragancia de película de espías uno de los afortunados. Acababa de llegar a la puerta del Mercadona, donde compartían felicitaciones trabajadores del turno de tarde y exempleados también afortunados.
Los compañeros de trabajo juegan semanalmente a la lotería y, cómo no, concursan también en el sorteo de Navidad. Por votación, eligieron del abanico el 86.007. «Nos gustó la terminación», resume Diana, organizadora del tema.
86.007: Desde Seseña con amor, suerte y más de 4 millones - Foto: David PérezUnos 100 décimos (600.000 euros) de los 672 repartidos por César encontraron así destinatario en Mercadona. «Seguimos probando y no fallamos», afirma sonriente porque la fortuna les fue esquiva por un número en otro sorteo de Navidad. «Nos ha tocado un pellizquito», añadía esta boliviana, conforme con los 6.000 euros por cada décimo.
Parece que los trabajadores del Mercadona de Seseña celebrarán una cena de Navidad más adelante. Y más vecino del municipio sagreño porque los 672 décimos del 86.007 repartidos por César suponen una inyección de más de cuatro millones de euros en la localidad sagreña.
«Lo mejor que ha podido ser: repartido. Y el niño, que ha venido con un décimo», reflexionaba Santiago, extrabajador del Mercadona y agraciado con dos décimos: 12.000 euros. Se acercó hasta la calle Fermín Martín Carrillo para brindar con sus compañeros por el capricho de la fortuna, que ha coincidido con el nacimiento de su hijo en agosto.
«Siempre las he querido un montón y me dije 'siempre vas a echar el número con ellas'. Y hasta que ha tocado», decía este excompañero, junto a Diana y más agraciados.
Los conductores pitaban en los coches en las inmediaciones para unirse a la euforia mientras empezaban los brindis por una Navidad especial en Seseña, el cuarto municipio con más habitantes de la provincia.
la mujer más feliz. Francisca Mendoça competía probablemente ayer por ser una de las mujeres más felices de España. Esta portuguesa de cuna y brasileña de crianza había comprado un décimo del quinto premio; como compensación, había ganado esos 6.000 euros. Una cantidad generosa pero no extraordinaria. Y, además, en su caso, repartida con su cuñada y con otra amiga porque las tres hicieron un pacto durante el desayuno, minutos antes de que saliera la bola con el 86.007 en el Teatro Real de Madrid.
Francisca, devota de la Virgen de Fátima, compró sola el décimo, pero ayer durante el desayuno, las tres firmaron el envés del décimo. Las tres se enteraron de que había tocado el quinto premio en Seseña y repasaron la papeleta. «No me lo puedo creer», afirmaba por la elección de ese número por la terminación en 7.
«Estoy muy contenta por repartir mi suerte a dos personas que yo quiero», expresaba por su cuñada y su amiga, ambas bolivianas. Francisca estaba exultante y contagiaba ese espíritu en la administración de la calle Ancha, junto al Ayuntamiento de Seseña.
Francisca compró el décimo el mismo jueves porque, al final, sobraron del 86.007. La administración vendió buena parte de las series adjudicadas y consiguió su reparto de dinero de mayor cuantía. Por tercera vez, César logra dar un quinto premio en el sorteo extraordinario de Navidad, pero nunca con tantos décimos regados por la localidad de Seseña. Y fuera también, porque viajó a otras partes por internet.
El personal del Ayuntamiento de Seseña debe de haber conseguido también un pellizquito en el sorteo. «Yo estaba tranquilito, que no me gusta poner el sorteo porque me pone nervioso. Y me dije 'como suene el teléfono'. Y ha empezado a sonar el teléfono», explicaba. Y, efectivamente, había repartido por tercera vez un quinto premio del sorteo extraordinario de Navidad. Por algo la administración se llama 'La llave de la fortuna'.