Es la fiesta de los vecinos de Toledo. La de los verdaderos artífices de la protesta vecinal, la de los que ponen voz a las demandas de cada barrio o de cada ciudadano por voluntad propia. Son los premios 'Recaredo Rey', una cita que lleva ya 24 años otorgando una serie de reconocimientos a aquellas personas, organizaciones, instituciones o colectivos que, de alguna u otra manera, ponen a Toledo en el mapa o hacen que la ciudad en su conjunto funcione correctamente. Premian su esencia.
Con estos requisitos, la Coordinadora de las Asociaciones de Vecinos del Casco Histórico y Azucaica organizó una nueva velada en la Sacristía del Centro Cultural San Marcos que, igual se quedó un poco pequeño, pero el aprieto merecía la pena. Y más aún entre caras conocidas y un ambiente distendido.
El caso es que la cita fue conducida, paradójicamente, por una de las premiadas. La periodista Mar Illán fue la presentadora y a la vez recibió uno de los diplomas concedidos, sin ignorar la invitación a ser 'Miembro de Honor' de la coordinadora por voz de su propia presidenta, Mariluz Santos.
El resto de los reconocimientos, todos ellos elegidos por unanimidad, fueron para el Colegio Público San Lucas y María, la Plataforma en Defensa del Tajo y el Centro de Salud de Sillería en forma de placa conmemorativa, mientras que se otorgaron diplomas de reconocimiento a la propia Mar Illán, al atleta Julio Rey de Paz y al carpintero del Casco Luis Velasco Vega.
Integrantes de la sociedad toledana en diversos sectores que fueron reconocidos ante la prensencia de la mayoría de los concejales municipales, como no, encabezados por el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez.
Mar Illán en su intervención inicial hizo hincapié en el factor humano que compone la polítoca local, un concepto que está aún más interioriorizado en el movimiento vecinal. Y en esta cita volvió a quedar demostrado.