La vicealcaldesa de Toledo, Inés Cañizares, considera que el cuartel de la Guardia Civil era el 'caballo de troya' del anterior equipo de Gobierno para urbanizar y llenar de viviendas La Peraleda con el pretexto de que el acuartelamiento ya preveía 182 viviendas.
«Vox ya dijo en la anterior legislatura que la ubicación de la nueva Comandancia de la Guardia Civil en La Peraleda no era adecuada por motivos arqueológicos, de protección de las vistas del Casco histórico y por el carácter inundable de los terrenos elegidos», explica Cañizares que, no obstante, considera que el empecinamiento de Tolón por llevar allí el cuartel se explica desde un planteamiento meramente desarrollista. «La pretensión era abrir el melón para generar un nuevo barrio y aumentar la dispersión en una ciudad ya de por sí poco cohesionada. Eso se hubiera traducido en la necesidad de llevar servicios municipales e incrementar su coste», explica la vicealcaldesa que califica de «buena» la solución propuesta por el Ayuntamiento de Toledo y la Junta para que los fondos asignados a la construcción del nuevo cuartel no se pierdan.
Aunque tanto Vox como el PP defendieron en campaña electoral dejar el cuartel en el barrio de Palomarejos, Cañizares explica que las posibilidades eran nulas dada la «necesidad imperiosa» de la Guardia Civil de contar con unas nuevas instalaciones. «Plantearlo en los terrenos del antigua Virgen de la Salud hubiera supuesto alargarlo en el tiempo y no era una opción. Hemos optado por ser más eficientes», argumenta Cañizares.
Con respecto al agravamiento de los problemas de movilidad que pueda acarrear el traslado del cuartel de la Guardia Civil al entorno del hospital, la vicealcaldesa señaló que, además de que la Comandancia «no se va a trasladar mañana», están en marcha proyecto como el tercer carril de la TO-23, la creación del carril Bus-VAO para vehículos de alta ocupación y la conexión de Azucaica con el Polígono, que permitirá abrir nuevos accesos al barrio más poblado de la ciudad.