El Juzgado número 5 de Toledo capital se acaba de despedir del plan de refuerzo de cláusulas abusivas derivadas de hipotecas que mantenía por la importante sobrecarga de estas demandas en los últimos años. La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó hace varios días la prórroga del plan de especialización hasta finales de año en nueve de los once órganos judiciales de primera instancia del país en los que todavía se mantenía, pero el de Toledo salió de la lista el 30 de junio y dio por terminada la medida.
Por contra, el plan continuará vigente hasta finales de año en Alicante, Araba, Barcelona, Bizkaia, Castellón, Gipuzkoa, Murcia, Valencia y Valladolid. La decisión se toma analizando las cifras de asuntos ingresados, resueltos y pendientes. En este caso, cabe recordar que el juzgado número 5 de Toledo pudo beneficiarse de la última prórroga por un periodo de seis meses porque cumplía los parámetros, un volumen de entrada de cláusulas abusivas superior a 1.500 durante los tres primeros trimestres y una pendencia de más de 1.500 asuntos a 30 de septiembre.
La incidencia de este tipo de asuntos va en descenso en Toledo y este juzgado ya no se sitúa en primera línea como hasta ahora aunque las cifras sigan llamando la atención a pesar de no estar tan disparadas como hace años. Según consta en el informe estadístico sobre 'el efecto de la crisis de órganos judiciales' del CGPJ, se ingresaron 1.969 demandas de cláusulas abusivas en 2023, un 20% más que las que asumió el año anterior.
Por primera vez, Toledo no necesita esta medida de refuerzo que tanto ha ayudado a aumentar la tasa de resolución y rebajar la pendencia judicial, un refuerzo indispensable en los últimos años dado el aluvión constante de estas demandas. Sin embargo, la actividad es mucho más modesta en estos momentos, sobre todo, si se pone en relación con los años 2018 y 2019, con 10.500 y 6.637 demandas de esta naturaleza respectivamente.
La rebaja de este tipo de demandas tardará más en dejarse sentir en la Audiencia Provincial, que todavía está sobrecargada con esta materia. Sin ir más lejos, hace medio año se encontraba desbordada aún porque dos de cada tres asuntos civiles que recibía eran cláusulas abusivas y obligaban a una exigente organización interna de los magistrados para evitar que estos asuntos retrasen el resto de la materia de segunda instancia.
El exceso de demandas en Toledo en los últimos años ha obligado también al Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) a pedir más medios en cada una de sus memorias anuales, en las que ha llamado la atención porque el exceso de carga provocaba que se sobrepasaran los módulos de carga razonable del juzgado marcados por el Consejo General del Poder Judicial.