Cazalegas busca a la carrera un chopo para los quintos

J.Moreno
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La CHT comunicó ayer al Ayuntamiento que no puede entregar este año un ejemplar de más de 20 metros de altura para la fiesta. El alcalde anima a los propietarios de fincas a facilitar uno

Cazalegas busca a la carrera un chopo para los quintos

El alcalde de Cazalegas, Francisco Javier Blanco, rebobinó ayer su vida 20 años. Recordó cuando ejerció de quinto del pueblo y cargó con el chopo hasta la plaza. Levantó junto con sus compañeros de mayoría de edad el ejemplar de más de 20 metros y eslabonó la tradición inmemorial de cada último sábado de junio.

Dos décadas después, este treinteañero dirige el ayuntamiento de su pueblo y atiende los contratiempos más o menos graves de una administración de 2.000 vecinos. Fracisco Javier se encontró ayer con un quebradero de cabeza que confía en resolver en breve; los jóvenes del pueblo se preparan para su día grande sin un chopo de más de 20 metros de altura a su disposición.

La Confederación Hidrográfica del Tajo, más concretamente su vivero localizado en Cazalegas, abastece anualmente de un gigante chopo o álamo grande a esta tradición del pueblo. Pero este año resulta imposible. Así se lo comunicó ayer al Ayuntamiento el organismo de la cuenca.

La reciente tala de ejemplares en el vivero hace imposible la entrega de un ejemplar adulto con más de 20 metros de altura. Inmediatamente, el Ayuntamiento de Cazalegas informó ayer a los vecinos de la coyuntura y pidió colaboración.

«Pedimos que, si alguna persona está en disposición de ceder un chopo de su propiedad, lo comunique a la Alcaldía», sugiere el Consistorio, en un término municipal cuajado de estos álamos blancos arracimados en el popular embalse del Alberche.

«Esta Alcaldía no cejará en su empeño y trabajará sin descanso para conseguir que el día 29 de junio se lleven a cabo todas las celebraciones, como manda la tradición», promete el alcalde de Cazalegas.

Los quintos suben a hombros el chopo, precisamente desde el vivero de la CHT, hasta la plaza del pueblo. El ejemplar en honor de San Pedro queda plantado con la ayuda de un tractor, de sogas y de la colaboración de decenas de vecinos. Una placa recuerda en el centro de Cazalegas esta tradición antiquísima que vincula definitivamente a los jóvenes con su comunidad.

Sin embargo, la fiesta más querida en Cazalegas se celebra a principios de año, en enero. El patrón San Vicente Mártir congrega cada 21 y 22 de enero a los vecinos. La víspera se organiza una gran hoguera o luminaria y se reparten para degustación de los participantes los tradicionales cortadillos y vino. El 22, los vecinos se reúnen en la plaza y, con las ascuas de la luminaria, preparan la comida y disfrutan de la convivencia.

Al comienzo del verano, los ojos de los cazalegueños se concentran en el chopo de más de 20 metros de altura, cuya procedencia resulta todavía una incógnita en 2024. Francisco Javier y su equipo disponen todavía de tres semanas para hallar un ejemplar de este porte que sea transportado a hombros por los quintos; y levantado posteriormente por todo un pueblo orgulloso de encadenar un año más la tradición.