Toledanos de cine (XII)

José García Cano
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Fueron habituales las veladas y actuaciones de Félix Briones en el toledano salón Echegaray donde demostró su buen hacer en la interpretación

Toledanos de cine (XII)

Ya en la prensa de 1915 (diario El Porvenir: periódico carlista, de 25 de febrero de aquel año) aparece el nombre de Félix Briones como un joven y prometedor actor de teatro, considerándole el alma de una solemne velada «literaria-dramática-musical», que tuvo lugar en la sede del Círculo Tradicionalista de Toledo el día 14 de febrero de 1915. Fueron habituales las veladas y actuaciones de Félix Briones en el toledano salón Echegaray donde demostró su buen hacer en la interpretación. Algunos años después, lo que comenzó siendo una afición se convirtió en oficio ya que encontramos a Briones en la capital madrileña y más concretamente en la conocida como Casa de Toledo en Madrid, donde dirigía un cuadro artístico en el que participaban socios de esta toledana casa, que hoy sigue teniendo su heredera en la actual Casa de Castilla-La Mancha en Madrid. Además de realizar las labores de dirección, Briones a veces actuaba en determinadas obras en la Casa de Toledo, acompañando a los actores que formaron durante varios años un grupo permanente de teatro, los cuales interpretaban obras de los conocidos Jacinto Benavente, Álvarez Quintero o Joaquín Dicenta. 

En junio de 1923 sabemos que Félix trabajaba en la Compañía de Portes, la cual abandonó para pasar a la de Rambal, actuando ya con ésta en el teatro Tamberlik de Vigo, donde la prensa le puso en buen lugar gracias al papel que allí representó, donde llegaron a decir que «Félix Briones es un artista toledano de humilde estirpe, pero de noble corazón y alma generosa y sangre de caballero moderno, luchador y aventurero». En aquella crónica un toledano amigo de Félix, dijo de él que se fue a Madrid aventurando su propia vida, que era su único tesoro y finalmente triunfó; en la capital llegó a ser un excelente alumno de primera fila en el conservatorio de declamación y poco después se le aplaudió en todos los teatros de España. Al año siguiente, es decir 1924, Briones actuó en diversas obras junto a Manolo Llopis en el teatro Cervantes de Sevilla y en el Gran Teatro de Cádiz. Poco después pasó a la famosa compañía de Matilde Moreno y de Pepe Romeu donde continuó su tourné, en ciudades como Valladolid, Pamplona, Irún, Bayona, etc. En 1932 Briones participó en una fiesta en el Teatro Moderno de Toledo, que patrocinó el gobernador de la ciuad, a beneficio del comedor de la caridad y donde los asistentes alabaron su labor como monologuista.

De nuevo gracias a la prensa, sabemos que Félix Briones participó en una serie de excursiones por la provincia, que promovió la revista Toledanos, y subvencionas por la Diputación Provincial de Toledo en 1934, en las cuales participaron algunos jóvenes talentos toledanos, entre los cuales citaremos a la pianista Matilde García del Real, al cantante José Calvo de Rojas, al compositor nacido en Quismondo Pablo Tapias y nuestro actor protagonista, Félix Briones. Entre otros lugares, en estas excursiones se visitaron las localidades de Mora, Orgaz, Torrijos y La Puebla de Montalbán. La idea de estos viajes era promocionar a los jóvenes artistas de nuestra tierra que buscaban su hueco en la capital madrileña y en el mundo artístico. Concretamente el 22 de marzo de 1934 actuaron en el Teatro Calderón de la localidad de Orgaz.

Toledanos de cine (XII)Toledanos de cine (XII)Precisamente en 1934, pero el 21 de diciembre tuvo lugar la presentación en Toledo de la Peña Guerrero, que organizó el también toledano Cristino García Ortiz-Villajos (por cierto, sobrino de dos famosos arquitectos de Quintanar de la Orden llamados Agustín y Manuel Ortiz-Villajos Calleja) en el Teatro de Rojas. En aquel acto para presentar la peña, actuó una jovencísima Mary Carrillo, «la precoz niña toledana» que hizo el papel de Nuri y a la que ya dedicamos un capítulo de esta sección por haber nacido en la ciudad imperial. Lo interesante de aquella peña artística, es que como dice el propio anuncio que hoy se conserva en el Archivo Municipal de Toledo, se realizó aquella «gran fiesta teatral» a beneficio del actor toledano Félix Briones y en la que hubo música, teatro y un sainete lírico con alguna pieza del maestro Jacinto Guerrero, como no podía ser de otra forma. La cuarta parte de aquel evento teatral contó de nuevo con Mary Carrillo y Félix Briones, los cuales recitaron varias poesías, entre ellas el Canto a Toledo, extraído de la obra Santa Teresita del Niño Jesús, original de otro toledano, Vicente Mena (quien también puso letra al himno de Toledo). Lo interesante es que estos dos actores toledanos, tanto Mary Carrillo como Félix Briones fueron grandes amigos y compartieron escena y penurias en aquellos años tan difíciles para la interpretación y para el mundo artístico. 

Sería en la película documental Castilla se liberta (Adolfo Aznar, 1937) donde Briones encarnó al conocido sindicalista Durruti y donde le encontramos sumergiéndose tímidamente en el mundo del cine, de aquel joven cine español que estaba -como todo el país- inmerso en la terrible Guerra Civil. La relación de Briones con el cine, realmente se consolidó no en él, sino en la figura de su hijo (otro Félix Briones), que encontramos en títulos muy famosos del cine español de mediados de siglo como La niña de la venta (Ramón Torrado, 1951), Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951), La estrella de Sierra Morena (Ramón Torrado, 1952) o Aventuras de don Juan de Mairena (José Buchs, 1948). De nuevo estamos ante otro actor toledano, del que reivindicamos su importancia en las tablas y en los teatros de aquella España de primeros del siglo XX y que desgraciadamente suele ser olvidado al trazar la historia del cine y el teatro en nuestra provincia.