Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Dudar, dudar y volver a dudar

24/12/2024

El 24 de noviembre se disparaba el dato cuando marcaba al Leganés: era su segundo gol en dos meses. Mbappé, el mejor atacante del planeta, tenía cifras de delantero mediocre. Solo ha pasado un mes y los que dudaban hoy son creyentes. La historia de nunca acabar en el fútbol de élite, más aún en equipos de primerísimo primer nivel. Lo queremos todo y lo queremos ya. Es más un problema de expectativas que de realidad. Ya decía Juan Villoro que el fútbol es un deporte objetivamente sencillo en el que se juegan dos partidos a la vez, uno sobre el césped y otro en la cabeza del aficionado. En el 'caso Mbappé', si es que lo hubo alguna vez, ese hincha 'equis' se montó una película en la que el francés salía a 'hat-trick' por partido y veríamos con palomitas exhibiciones epopéyicas trufadísimas de chilenas, escuadrazos, rabonas y trivelas. Y como esa película no se emite, a dudar. 
Ese tipo de seguidor hace 10 años habría vendido a Karim Benzema por vago e indolente, y terminó aplaudiendo como un loco los más de 350 goles que marcó en 14 temporadas; habría traspasado hace cuatro a Vinicius por ser un engaño y un inútil en los últimos metros, y ha terminado pidiendo que le den The Best, el Balón de Oro, el Laureus, Roland Garros y un par de Nobel; e incluso, aunque no lo quiere reconocer, pensó que Cristiano Ronaldo era un 'bluf' que goleaba solo porque en sus cuatro primeras temporadas de blanco el Madrid apenas ganó tres títulos (Copa, Liga y Supercopa). 
Ser exigente está bien, pero ser autodestructivo es dañino. Seguirá pasando, porque si algo hace bien el aficionado a este deporte es desconectar las neuronas, pero tenemos la obligación de recordarnos que dudar de los genios es una blasfemia propia de estúpidos.