El partido que enfrentó el pasado sábado al Villacañas FSF en el pabellón Lázaro Fernández frente al filial del Melilla Ciudad del Deporte Torreblanca CF tuvo que suspenderse a falta de 7 minutos y 24 segundos y con 4-2 a favor de las norteafricanas en el marcador. El motivo no es otro que varios altercados que acabaron con laPolicía en la puerta para que la expedición toledana pudiese marcharse con seguridad.
El denotante fueron los continuos insultos de un aficionado desde la grada contra los colegiados, que luego pasaron al técnico visitante, Javi Sayago. Otro seguidor acabó entrando en la pista para encararse con él, y el anterior, el de las protestas, acabó bajando también con la intención de pegarlo.
De manera paralela, una jugadora del Melilla agredió a Nerea, y los colegiados acabaron expulsando a ambas. Tras marcharse al vestuario, según cuentan fuentes del equipo villacañero, otra jugadora intentó entrar de nuevo con las mismas intenciones.
Después de calmar un poco la tensión, los árbitros desalojaron el pabellón, pero el aficionado que intentó agredir al entrenador se resistió a salir. Al final, el partido quedó suspendido y ahora se espera la resolución por parte del Comité, según lo redactaron por los colegiados en el acta.
Desde el conjunto toledano denuncian que se vieron amedrentados en todo momento, y que, según lo escrito, parece que «lo que sucedió es algo normal, y no lo fue», como reconoce el preparador del Villacañas FSF, Javi Sayago.