Los aseos de la estación de autobuses de Mora han amanecido destrozados. Un boquete ha desbaratado la pared inmaculada de los baños. El vandalismo repite fechorías en este lugar desde que el alcalde de Mora, Emilio Bravo, y su equipo inauguraran en noviembre de 2023 la sala, acondicionada en un contenedor marítimo. En esta ocasión, los autores han empleado un objeto contundente para destrozar el tabique.
«Hay bastantes actos vandálicos», reconoce el alcalde moracho, fatigado por ejemplo por la quema de contenedores. Colchones, lavadores o televisores aparecen también tirados en las calles del pueblo, un comportamiento incívico frecuente en todos los municipios de la provincia. El problema se agrava por la denuncia de robos. Por ello, el alcalde reclama más agentes de la Guardia Civil en el cuartel de la localidad, de referencia para decenas de municipios de la comarca.
Bravo presume de la plantilla de 10 agentes de la Policía Local, por encima de la proporción de los municipios de los alrededores. Pero insiste en que el número de agentes de Guardia Civil resulta insuficiente y apela a la intervención de la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón. El alcalde extiende esta carencia a más municipios de la comarca de La Mancha toledana.
«Es imposible ofrecer los servicios e instalaciones que meremos los morachos si sigue habiendo personas empeñadas en destrozas todo aquello que el Ayuntamiento instala para su uso y disfrute: parque infantiles, banco, papeleras, aseos públicos», reflexiona el equipo de Gobierno moracho, que pide la colaboración vecinal para la identificación de los autores.
Para ello, el equipo de Gobierno mentaliza a los vecinos de la repercusión de los actos vandálicos. «Tanto la instalación como las reparaciones de este tipo de actos totalmente injustificados las pagamos entre todos, incluidos los que los rompen o sus padres o tutores, un gasto que supone miles de euros anualmente al Ayuntamiento, además de generar una mala imagen de todos los morachos. Cuando, afortunadamente, son una minoría quienes cometen estas tropelías», subraya.
«Una instalación moderna, accesible y funcional que cuenta con una gran zona verde y con un contenedor marítimo reciclado que hemos reconvertido en una estupenda sala de espera con aseos accesibles, un 'container' que ha viajado por todo el mundo y que supone todo un ejemplo de economía circular», presumía el Ayuntamiento de Mora en noviembre pasado. Poco duró sin mancha la estación de autobuses. Los cristales aparecieron destrozados tiempo después.
Por otro lado, el alcalde de Mora se queja de la impunidad de los ocupas establecidos en el municipio. «Hacen lo que les da la gana», asegura, en referencia al paso fugaz por los juzgados. En este sentido, critica las leyes implantadas durante el gobierno socialista. «Lo sufrimos los alcaldes», remató.