La investigadora brasileña Juliana Martins lidera un proyecto en el Hospital Nacional de Parapléjicos que apuesta por la regeneración de los circuitos neuronales dañados. El estudio del funcionamiento de los mecanismos plásticos en el sistema nervioso central tras la aparición de una lesión medular, de origen tramaútico, por enfermedad o nacimiento, es el punto de partida de un plan que se adentra en el conocimiento del sistema neurofisiológico en busca de caminos para restablecer las conexiones interrumpidas.

«Utilizamos nuevas tecnologías de alta definición espacial y temporal para medir la actividad de las neuronas y la glía», explica Martins. El equipo observa la «interacción» intercelular y determina la forma de potenciar «los mecanismos de plasticidad y reorganización» del sistema nervioso.

Una lesión provoca un cambio en la «conectividad» de las neuronas. En el nuevo escenario, las unidades dañadas necesitan «ser potenciadas o disminuidas», subraya Martins. La meta es la «recuperación funcional del paciente».

Martins apuesta por las metodologías no invasivas, tales la estimulación magnética o por corriente. Además, existen diferentes procedimientos farmacológicos o la estimulación cerebral profunda, una vía empleada en el tratamiento del párkinson que protagoniza un proyecto financiado por el erario regional y que se encuentra en fase preclínica.

INVERSIÓN. La Junta de Castilla-La Mancha aporta alrededor de un millón de euros para la financiación de cinco proyectos de investigación biosanitaria en Parapléjicos que se ampliarán a ocho en el conjunto de la comunidad autónoma. Las propuestas en las que se trabaja incluyen, entre otras, el tratamiento de las úlceras de los pacientes con lesión medular, la evolución de la diabetes en pacientes con dificultades cardiácas o la restauración de la barrera antimicrobiana intestinal. Se trata de una «investigación de vanguardia al servicio de los pacientes», explicó Ricardo Cuevas, director general de Universidades, Investigación e Innovación, durante una visita al recurso sanitario. 

Los proyectos con lesiones medulares «tienen valor añadido», abunda Cuevas. «Sin investigación básica no hay investigación aplicada», remarca.