La falta de una silla de ruedas adaptada a sus condiciones físicas ha obligado a Cristina Adrados a dar carpetazo definitivo a la temporada. La atleta toledana ya solo piensa en el próximo año 2023 y en la posibilidad de acudir a los Juegos Paralímpicos de París. Sin embargo, sin su herramienta de trabajo, como ella misma reconoce, «es muy difícil».
De hecho, a pesar del buen rendimiento ofrecido en las últimas competiciones, durante el mes de mayo, Adrados no consiguió la mínima exigida para participar en el Campeonato del Mundo, que, precisamente, se celebra este verano en la capital francesa, París.
En cualquier caso, las gestiones para conseguir la silla de ruedas adaptada van por buen camino, y Cristina Adrados ya ha logrado reunir 4.700 euros de los más de 7.800 que cuesta adquirirla. Por eso, se muestra muy agradecida con sus benefactores.
En primer lugar, con la organización de la Carrera Tres Culturas, y especialmente con Tomás Ruiz, presidente de la Asociación de Vecinos La Verdad. Esta prueba fue quien dio visibilidad a la corredora capitalina, y, además, sus organizadores pusieron en marcha un mecanismo de recaudación de fondos para ayudarla. Sumaron 700 euros.
A partir de ahí, el siguiente gran impulsor de la silla de Adrados ha sido el exconcejal de Deportes del Ayuntamiento de Toledo, Pablo García, que el mismo día de la presentación de la Carrera Tres Culturas se comprometió a dar un espaldarazo a la atleta. Así, la puso en contacto con la Fundación LaCaixa para intentar, a través de sus programas sociales, conseguir financiación. Y, efectivamente, se han logrado 4.000 euros.
Por otro lado, a la campeona de España de 100, 200 y 400 metros de atletismo adaptado también le ha brindado apoyo su Fundación Deporte sin Barreras, por la cual está becada. Han agilizado los trámites para conseguir el material necesario para competir con unas garantías. Porque Cristina Adrados, entrenada por Juan Antonio Rosique, tiene un potencial tremendo, pero carece de la silla adecuada para optimizarlo al máximo.