El colapso del Puente Viejo el pasado 23 de marzo ha puesto en alerta sobre los efectos que varias semanas de lluvias intensas han podido tener sobre el patrimonio de Talavera. El concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, Enrique Etayo, ha confirmado a La Tribuna la iniciativa de su área municipal para llevar a cabo una revisión de algunos de los principales elementos patrimoniales de la ciudad, en busca de posibles daños por las lluvias.

De la inspección realizada por técnicos municipales de Patrimonio se ha derivado el cierre preventivo de una de las torres albarranas de la Muralla de la calle Carnicerías, situada justo al lado de la que permanece apuntalada desde hace meses por los desprendimientos detectados.

La torre albarrana aparece acordonada desde finales de la semana pasada por cintas de la Policía Local que cortan el paso. Se trata, según explica Etayo a este diario, de una medida preventiva, no porque se haya producido ningún desprendimiento: «Ha caído tanta agua que ha lavado mucho las piedras de la parte de arriba y ha limpiado el mortero, que no deja de ser muy antiguo», señala el edil. Es eso lo que se ha detectado en una primera inspección y la causa que ha motivado que se acordone la zona, para impedir el paso. Se evita así que pueda producirse algún accidente en caso de que se llegara a desprender alguna piedra de la parte superior de la muralla.

La medida se adoptó a finales de la semana pasada y sorprendía a los viandantes, que acuden a a esa zona durante el fin de semana. El cierre se mantendrá hasta que se analice sobre el terreno la torre albarrana  afectada: «Puede que interiormente esté bien y que lo que se haya ido sea solo de la parte de fuera», advierte Etayo, que, en todo caso, afirma que hasta que no suban los técnicos a inspeccionarlo y dictaminen al respecto no se tomarán nuevas acciones.

En el caso de que no se aprecie riesgo estructural de caída, el monumento volverá a abrirse al paso de peatones, pero se mantendrá cerrado si se dictamina lo contrario, en tanto se ejecute la intervención que se requiera. «Igual que en su momento cerramos el puente, hemos preferido cerrar esa torre, porque  más vale prevenir que curar», resuelve el concejal de Patrimonio, que advierte además que la medida no interfiere en la Semana Santa, puesto que ya se había constatado que las procesiones no pueden pasar por la Muralla, porque el apuntalamiento de una de las torres lo impide.

La revisión de la Muralla de Carnicerías forma parte de una actuación general que Patrimonio ha realizado después de la larga temporada de lluvias que ha atravesado la ciudad. Se han revisado otros monumentos, sin que hasta el momento se hayan apreciado otros problemas que el referido de la torre de Carnicerías.

El Ayuntamiento espera a la aprobación definitiva de los presupuestos municipales de 2025 para contar con posibilidades de intervenir en la otra torre albarrana, que sufrió desprendimientos en junio de 2024 y que permanece apuntalada desde poco tiempo después. En este sentido, Etayo ha insistido en que, por las características del desprendimiento no se podía considerar una actuación urgente, dado que hay órdenes de reparación desde el año 1992 que nunca se han llegado a ejecutar, lo que impedido intervenir en estos meses. 

La Muralla de Carnicerías es la primera que se restauró en Talavera y es por ello la que acusa más necesidad, frente a tramos como El Salvador o Charcón.