El Ministerio de Transportes va a resolver las alegaciones planteadas al trazado del AVE Madrid-Lisboa a su paso por la ciudad de Toledo con la mayor celeridad posible. La prioridad de Óscar Puente es comenzar a trabajar en el proyecto sin más dilación, de cara a poder cumplir el objetivo fijado desde Moncloa, que no es otro que la línea de alta velocidad por Extremadura sea una realidad en 2030. Un encargo personal de Pedro Sánchez que el ministro va a cumplir a toda costa, aunque eso conlleve tirar «por la calle de en medio», como así lo expresó el propio Puente hace unos meses.
Fuentes del Ministerio de Transportes así lo confirman a La Tribuna, sin querer entrar en cómo se resolverán exactamente las alegaciones y qué decisión se tomará finalmente. «Corresponde a los técnicos, pero no habrá retrasos en los plazos fijados», afirman desde Madrid sobre los escollos planteados al trazado del AVE por la ciudad de Toledo.
Y es que, el estudio informativo del proyecto se decanta por construir un viaducto que cruzara el Tajo desde Santa Bárbara, dejando de ser la actual estación del AVE a Madrid fondo de saco para tener continuidad a Lisboa.
El ministerio no aceptará alegaciones que retrasen las obrasEl viaducto, que arranca en el proyecto del Ministerio a una altura de unos 8 metros con pendiente ascendente, se sitúa en la denominada 'zona de amortiguamiento' ('buffer zone') de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad concedida por la Unesco. Ese área cuenta también con protección, ya que «contribuye a la protección, conservación, gestión, integridad, autenticidad y sostenibilidad del Valor Universal Excepcional del bien»; en este caso el Casco Histórico de Toledo.
Las alegaciones planteadas a ese trazado desde el Ayuntamiento de Toledo y la Junta de Castilla-La Mancha van en la misma línea, que no es otra que sacar las vías de la alta velocidad de donde se puede llegar a comprometer el 'cono visual' de la Ciudad Patrimonio.
El viaducto no es el único problema de este trazado que se observa desde las instituciones locales y regionales, ya que posteriormente la vía discurre en paralelo al graderío del Salto del Caballo (integrándose en el campo de fútbol hasta habilitar una zona de aparcamiento en sus bajos) y cruza en altura por la misma puerta del campo de césped artificial 'Paulino Lorenzo', donde entrenan las categorías inferiores del CD Toledo. Luego cruza el rotor del Salto del Caballo en dirección a la zona de Pinedo y desde allí vuelve a saltar la autovía A-42 a Madrid para enfilar hacia los depósitos de agua de Buenavista y ya ir saliendo de la ciudad en dirección al barrio deValparaíso para poner rumbo a Torrijos.
Esa consecución de tramos elevados también preocupa por su impacto visual, y es por ello que tanto la Junta como el Ayuntamiento se han decantado por una opción común que no lleva el AVE a Lisboa hasta Santa Bárbara, y que deja la actual estación tal y como está.
El trazado alternativo propuesto en las alegaciones de ambas administraciones se decanta por un apeadero o andén pasante en los terrenos del matadero municipal, frente al centro comercial Luz del Tajo. El AVE a Lisboa pararía allí y mediante lanzaderas (aún por determinar) llegaría a Santa Bárbara para aquellos viajeros que quisieran continuar hasta los pies del Casco.
El AVE cruzaría por esa zona el Tajo mediante un viaducto, sin comprometer el cono visual histórico de la ciudad. Ambas administraciones describen esta propuesta como una mejora de la alternativa 'Toledo Exterior', desechada en su día por 'Toledo central', porque los cambios introducidos se encuentran dentro del corredor elegido y no suponen un nuevo esquema funcional que altere de forma importante y esencial el trazado.
Ahí está la clave que podría dar puntos a esta alternativa, ya que es parte de la premisa que busca el Ministerio: no alargar más los plazos para que el AVE sea una realidad en 2030.
A falta de ver cómo se resuelven las alegaciones, todos confluyen en que lo importante es que Toledo no quede fuera de la conexión entre Madrid y Lisboa. Resta ver cómo será su llegada.