Alexander Sorloth, en el campo desde el descanso, surgió al rescate del Atlético de Madrid contra el Getafe (1-0), con un cabezazo perfecto a un gran centro de Nahuel Molina, también reserva, para demostrar la «fuerza» de la plantilla y del banquillo del grupo de Diego Simeone. Los colchoneros han obtenido ocho victorias con nueve goles decisivos de suplentes y están ya en números de líder, a la altura de los 38 puntos del Barcelona y con un encuentro menos.
La irrupción del noruego, fuera del once en ocho de los últimos 10 choques y sustituto al descanso de Samuel Lino, fue determinante entre las dificultades que encaró su equipo frente a la defensa del bloque 'azulón', como antes también lo había sido en la remontada al Alavés (1-2), con el tanto de la victoria, pero también con el penalti que provocó el 1-1, ambos tras sendos centros de Rodrigo de Paul, que en aquel duelo también entró como reserva.
«Antes del partido (contra el conjunto de Bordalás), hablaba con los futbolistas en la charla previa a venir del hotel para el estadio, el reconocimiento y el agradecimiento al trabajo que están haciendo todos los chicos que no estaban en la planilla (de titulares en el partido contra el Getafe). En los últimos partidos, hemos repetido muchas veces la alineación y hay muchos jugadores importantes que están compitiendo de una manera extraordinaria de la misma manera que se representa cuando les toca entrar (desde el banquillo)», expresó Simeone.
«Permitirnos que salgan Llorente y Giuliano y entren Molina y Correa, y Sorloth por Lino, esa es nuestra fuerza. Y si tenemos alguna posibilidad de competir como queremos, necesitamos estar involucrados como están todos. Hoy Azpilicueta participa menos, Conor Gallagher viene haciéndolo muy bien y no participó ante el Getafe... Esto, no tengo ninguna duda, es el punto más fuerte que tenemos», abundó tras el 1-0 al equipo madrileño.
Pero Sorloth, que también marcó contra Las Palmas (2-0), no ha sido el único en ver puerta saliendo como reserva. También ha sido definitivo Ángel Correa cuando surgió su tanto en el 0-1 al Athletic -a pase del nórdico-, en el 1-1 frente al Real Madrid, cuando anotó el empate en el tiempo añadido a un centro de Javi Galán, también suplente entonces, y en el 1-2 al París Saint Germain en la Liga de Campeones en la última acción del choque.
Julián Alvarez salió al rescate del Atlético en Balaídos contra el Celta en el campeonato doméstico, para rematar el 0-1 de la victoria. También en Vic (0-2) en la primera ronda de la Copa del Rey, cuando el sofoco hasta entonces de los rojiblancos se transformó en alivio con dos goles del delantero argentino, que había partido desde el banquillo en los dos duelos.
También lo hicieron Clement Lenglet contra el Cacereño y Samuel Lino en la anterior jornada de LaLiga ante el Sevilla, cuando logró el 3-3 con un latigazo lejano, allá por el minuto 79. En el 93, Antoine Griezmann transformó la remontada.
Todos esos tantos se han traducido en nueve victorias (tres de ellas cuando perdía en el marcador y seis cuando el resultado era nivelado) y una igualada (cuando era una derrota al borde del final) de las 16 que ha conseguido el conjunto del Metropolitano en total en esta temporada, con cinco empates y tres derrotas, la última de ellas el pasado 27 de octubre contra el Betis, cuando reflexionó y se relanzó a golpe de triunfos: 11 consecutivos desde entonces.