Cáritas atiende a 50 mujeres víctimas de violencia machista

M.G
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La mitad de los casos son urgentes y exigen una intervención más directa. La entidad, volcada en el proyecto desde 2018, detecta un repunte de casos este año

Monica Moreno, presidenta de Cáritas en la región (izq), Virginia Sanz y Noelia de Pablos, responsable y coordinadora del proyecto - Foto: Y. Lancha

Con Cáritas Toledo las mujeres víctimas de violencia machista no están solas, con independencia de que denuncien o no su situación. La entidad, volcada en el proyecto 'Rompe tu silencio' desde el año 2018, cuenta con un equipo de profesionales dedicado a la atención integral de cada una de las víctimas, acompañándolas en sus necesidades y su proceso de superación. Las cifras, que alumbran el esfuerzo y el trabajo realizado a pesar de  la frialdad que ofrecen los  datos, arrojan una demanda de 56 mujeres víctimas a lo largo del año, a pesar de que hay que tener en cuenta que aún no ha terminado, y medio centenar de casos con los que se está trabajando, según el estudio que dio a conocer esta mañana en el Campus de la Fábrica de Armas.

«Solo conociendo los datos y los hechos podemos llevar a cabo diversas actividades y actuaciones que permitan la denuncia y acciones para que entre todos, incluyendo las administraciones, acabemos con esta lacra», apuntó ayer la presidenta de Cáritas regional, Mónica Moreno, convencida de la necesidad de plantear «distintas miradas y propuestas» enfocadas a esta problemática.

El proyecto se sustenta en la base del acompañamiento espiritual y el apoyo psicológico, fundamentalmente, pero el equipo de profesionales, entre las que destaca Virginia Sanz, trabajadora social y responsable de la iniciativa, también atiende otras áreas fundamentales para que una víctima de violencia de género salga de su situación, el ámbito laboral, aunque explica que no siempre ocupa el mismo lugar en el itinerario que realizan las mujeres adscritas al proyecto, dado que en muchos casos «primero hay que curar las heridas emocionales» antes de encarrilarse a la búsqueda de empleo. 

Cáritas evalúa cada caso al detalle. El equipo se desplaza a lugar en el que se encuentre la víctima y analiza «si la vamos a poder acompañar en su proceso dignamente» Sanz señala que la situación puede precisar una intervención de urgencia o no, y en ocasiones la entidad no puede ofrecer «las alternativas que le gustaría» porque hay que lidiar con adicciones, por ejemplo. 

Sanz reconoce que ayudar a medio centenar de mujeres cuando la violencia de género tiene tantas víctimas «puede parecer poco», pero dentro de las líneas del proyecto, los profesionales se implican en todos los casos posibles e incluso se sienten «un poco desbordados» dada la situación.

Sanz deja claro que la atención a las víctimas también se acompaña del seguimiento a los menores, «que también son víctimas». Además, Cáritas dispone de una vivienda de alojamiento para que las mujeres que lo precisen temporalmente puedan acudir con sus hijos y disponer de una habitación familiar.

«El proceso es largo y complejo», subraya Sanz, y asegura también que las mujeres que finalizan su proceso en el proyecto de Cáritas siguen vinculadas de alguna manera de charlas, actividades y otras iniciativas. 

implicación. La entidad mantiene 28 proyectos especializados en violencia de género en el ámbito nacional, entre los que se encuentran los enfocados a la trata y la explotación sexual y los vinculados a la violencia en el seno de la pareja. «Cáritas siempre está al lado de las mujeres, con ellas y con sus hijos», afirma Noelia de Pablos, coordinadora del estudio de la entidad, también ofreció otros datos de ámbito nacional de la entidad, conocedora de 626 mujeres víctimas de violencia machista, más de 3.000 mujeres en el contexto de la prostitución, de las cuales 892 con indicio de explotación sexual.