Los voluntarios de Protección Civil de Seseña, junto con los agentes de la Policía Local y los agricultores seseñeros, han trabajado durante una semana sin pausa para desaguar la zona del 'Charco' de la Vega, después de la crecida del río Jarama. De esta manera, el equipo pretendía proteger los cultivos y recuperar la normalidad en el terreno para aminorar los daños. El Ayuntamiento publicó el domingo los datos de esta operación, la víspera de que la Junta desactivara el Plan Especial ante el Riesgo de Inundaciones (Pricam), en vigor desde el 8 de marzo.
El Ayuntamiento resume esfuerzo con la conclusión de que el volumen de agua extraído ha supuesto la evacuación en el campo de más de 169.000 metros cúbicos, lo que supone 169 millones de litros de agua. En este sentido, el equipo ha seguido un ritmo de extracción de 650 metros cúbicos por hora en una operación que ha alcanzado las 94 hectáreas de superficie para vaciar los 18 centímetros de profundidad media del agua.
En este sentido, Protección Civil de Seseña operó las bombas de gran caudal, coordinó turnos y supervisó todo el proceso sobre el terreno. Con ellos, la Policía Local cortó accesos a los caminos inundados para evitar riesgos y utilizó el dron para evaluar daños en cultivos. Por su parte, los agricultores aportaron su maquinaria y su conocimiento a los equipos de emergencia.
«Aunque muchas cosechas se han perdido por el exceso de agua, estas tareas han sido imprescindibles para drenar la tierra y preparar el campo para volver a sembrar cuanto antes», explica el Ayuntamiento de Seseña antes de agradecer el esfuerzo del equipo.
Por su parte, según informa Efe, Escalona se centra en la recuperación del pueblo tras el fin de la emergencia por inundaciones, con calles inundadas después de las lluvias del pasado fin de semana. El alcalde, Álvaro Gutiérrez, explicó que el río Alberche ha bajado «bastante» su caudal respecto a las crecidas de marzo, que afectaron a unas 200 viviendas y obligaron a desalojar un centenar de viviendas.
Sin embargo, debido a la lluvia del fin de semana hay todavía en la población unas ocho calles que «dificultan la vida ordinaria» y aunque ya no hay desalojados, quedan parcelas y viviendas con agua. Así, el Ayuntamiento se centra en « informar y asesorar» a los particulares en la tramitación de posibles ayudas relacionadas con la declaración de zona catastrófica, así como ayudar a la retirada de enseres.