La provincia de Toledo acumuló 33.372 infracciones el pasado año, un 4,9% más que en 2022. El último dato anual conocido se erige como el más alto de la serie histórica. Los casos relativos a los delitos relacionados con la criminidad convencional se mantienen en guarismos similares a los del año anterior; sin embargo, el repunte de la cibercriminalidad eleva el acumulado de 2023 por encima de los datos relativos al ejercicio anterior.
Los datos recabados por los diferentes cuerpos policiales que operan en el territorio provincial y difundidos por el Ministerio del Interior contabilizan 25.144 infracciones vinculadas a la criminalidad convencional y 7.228 a diferentes delitos a través de entornos virtuales. Durante el último año, se incrementaron los robos, los hurtos y las sustracciones de vehículos. Se constataron 2.220 robos con fuerza contra bienes de terceros, un 6,4% más que en 2022, de los que 1.578 se cometieron en domicilios (el resto, en establecimientos y otras instalaciones públicas o privadas), lo que supone un incremento del 7,9% en el último año. Un repunte aún mayor, del 20,6% interanual, experimentaron los robos con fuerza e intimidación, el tipo más agravado en este tipo de delitos: en 2023 se produjeron 346 frente a los 287 del año anterior. Los hurtos, aquellos robos en los que no media el uso de la coacción, también aumentan respecto al ejercicio anterior: de los 4.833 de 2022 a los 5.022 de 2023, un 3,9% más.
La sustracción de vehículos fue otro de los capítulos en los que la criminalidad creció en la provincia de Toledo. A lo largo del último año se registraron 284 casos, un 15,9% más que los 245 coches robados a lo largo de 2022.
Otros repuntes se produjeron en los apartados de los asesinatos en grado de tentativa, con 18 intentos frente a los doce del ejercicio más reciente, y con el único caso de secuestro conocido, un evento que no se registró en 2022. También creció el número de delitos de lesiones por riña tumultuaria, desde los 363 a los 377 del registro más reciente.
Los datos más halagüeños sobre la evolución reciente de la criminalidad en la provincia constatan, por una parte, una reducción de los asesinatos consumados, uno de los tipos delictivos de mayor gravedad: de los siete de 2022 a los tres de 2023. También minora la incidencia de casos relacionados con el tráfico de drogas: de 271 hechos a 266 en el último año.
DATOS POR CIUDADES. Los cuerpos policiales certificaron 3.556 infracciones en la ciudad de Toledo en 2023, un 4,1% más que el año anterior. El dato sitúa a la capital como la localidad de la provincia con mayor incidencia criminal, una circunstancia a la que también contribuye su condición de urbe más poblada.
La criminalidad se dispara en Talavera un 17,5% interanual, hasta los 3.081 casos conocidos el pasado año. El fuerte incremento constatado en la ciudad de la cerámica se nutre del incremento delictivo en casi todos los tipos criminales.
En las localidades de Illescas y Seseña, ambas en la comarca de la Sagra y limítrofes con la Comunidad de Madrid, también sube el número de delitos anuales cometidos, aunque con un porcentaje menor al del promedio provincial. En la cabecera comarcal, los delitos aumentan un 3,6% en 2023, hasta los 1.799 hechos conocidos; en Seseña, por su parte, crecen un 3,5%, hasta las 1.672 infracciones.