Llevamos ya unos pocos años escuchando que la sostenibilidad del planeta, desde el punto de vista tecnológico, está en manos del Big Data.
Pero nunca, nadie, ha podido entrar en una conversación con la certeza de qué es eso, por qué se va a utilizar y para qué nos va a servir. Bueno, a no ser que seas tecnólogo y le quieras vender la solución tecnológica a tu cliente, que va a entender los ceros de la factura y la multiplicación por n para obtener x beneficios.
Pues bien, este desarrollo matemático y tecnológico permite la conjunción de grandes bases de datos, procedentes de fuentes de información diversas y dispersas y su posterior traslación a un lenguaje que pueda ser medible, analizable y de más fácil traducción al lenguaje humano.
La razón del uso de estas ingentes cantidades de metadatos proviene de la necesidad de gestionar modelos de negocio en mercados cada vez más complejos y necesidades de la sociedad cada vez más vinculadas a la situación sociodemográfica general.
Tras la Semana Santa, la consejera de Economía dio unos resultados exitosos del Turismo de Castilla-La Mancha, procedentes del análisis del big data. Si nos bajamos a la tierra mundana, analógica, la calculadora dice que los datos, lejos de ser relevantes, no tienen recorrido para el futuro del sector turístico regional.
Mezclar churras con merinas, nunca ha sido fuente de beneficio y, en este caso, los turistas que han visitado y pernoctado en Castilla-La Mancha no han sido los que la consejera ha dicho, porque son datos basados en medias verdades, mezclando turistas y visitantes con aquellos que regresan a su segunda residencia, a sus casas en el pueblo y, por ello, el impacto económico no es el que anunció. No es el mismo gasto diario por turista, que el gasto diario de un visitante de segunda residencia, aquí y en Extremo Oriente.
Conclusión, una ensalada de datos, no es útil para la demostración empírica solo con la medición de las torres de telefonía móvil. El big data ha de alimentar un sistema de inteligencia turística que maximice la satisfacción de los turistas a través de una oferta personalizada basada en la planificación previa de nuestros destinos. Lo otro es tergiversar y manipular, ¿Page tiene a su propio Tezanos?